Los residentes de Sancti Spíritus enfrentan problemas continuos con la provisión de agua potable en las áreas residenciales, así como apagones que duran más de 10 horas al día. Estas deficiencias están teniendo un impacto negativo en su calidad de vida.

Servicios esenciales como electricidad y suministro de agua, cuya provisión debería ser una prioridad para las autoridades gubernamentales, no están actualmente asegurados para los 154 mil habitantes del municipio espirituano.

Las reiteradas roturas de los equipos de bombeo de la estación de bombeo de Manaquita, principal suministradora de agua a la capital provincial, y de más de 85 en las redes locales de bombeo, han afectado el servicio de agua, el Continúan las afectaciones con el servicio eléctrico y de agua en la capital espirituana cual solo se está recibiendo en horas de la noche y amanecer, permaneciendo sin recibirse el resto del día.

Como resultado de estos problemas técnicos más de 28 mil espirituanos, según reconoció recientemente para el diario oficialista Escambray, Pedro Jiménez Pérez, director Adjunto de la Empresa Provincial de Acueductos y Alcantarillados, permanecen recibiendo el agua por pipas.

Estamos que ya no sabemos qué hacer con la falta de agua. Nos está llegando por pipas cada veinte días y las matazones son grandes cuando llega, aseguró Idalia Espinosa Campbell, vecina de la comunidad Jesús María. Según refirió a este medio, Orelvis Linares Díaz, técnico de la Empresa Municipal de acueducto, el problema con la falta de agua obedece a las continuas roturas de los equipos de bombeo de Manaquitas, los cuales son muy viejos y ya se comenzaron a cambiar por ocho bombas nuevas que se compraron.

"Hoy está trabajando en la estación de bombeo de Manaquita una brigada que está cambiando las bombas viejas por las nuevas, es un trabajo que lleva tiempo, pero esperamos que mejore la situación con el bombeo de agua", aseguró Linares Díaz. A esta carencia se le suman los continuos apagones de más de diez horas, que se han incrementado en los últimos días de mayo, afectando aún más las labores del hogar y el descanso de la población.

"No sé ya que hacer con tantos apagones, sin agua y sin gas. He tenido que cocinar con cuatro palos de leña porque no hay formas. Lo que estamos viviendo es irresistible", aseguró Carmen Bouza Sánchez, vecina de calle Céspedes, en la capital provincial. Como resultado de estas carencias ,el día a día de la población espirituana es una diaria tortura.

Publicado originalmente en la edición 180 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano