Basural, Calle 25. Foto: ICLEP
Por la periodista ciudadana Silvia Alonso
Oct 19, 2023 | 1:20 PM
Un sello que distingue a la isla comunistas es la emisión a chorro de decretos. En Cuba no hay comida, medicamentos y transporte, pero sobran los decretos. Cada día el régimen se aparece con uno nuevo. ¿Cuál es la causa y fundamento de tanto decreto en un país tan pequeño?
Comencemos de atrás hacia delante, el fundamento, y a la vez objetivo de esta hemorragia de regulaciones, es intimidar al pueblo, donde para dar cumplimiento a esto, otros cubanos se ganan el sustento como operadores de represión, dígase morralla de inspectores y policías. ¿Y la causa? Muy sencilla: suplir con represión la incompetencia del régimen. Los vacíos que la incapacidad administrativa no puede cubrir se rellenan con garrotes. La isla es de ellos, es una democracia extraña.
El ejemplo acabado de salir del horno: la resolución 190 del 2023 emitida por la Gobernadora del Poder Popular de La Habana que aprueba la imposición de multas, que se mueven en valores entre 3,000 y 4,000 pesos, a quienes viertan basura fuera de los contenedores o saquen los desechos de las casas hacia los sitios de recogida a destiempo.
Habaneros, esto es una aberración colosal dado el contexto citadino en que aterriza este legajo de la Gobernadora. En cuál Habana vive esa señora. La funcionaria no sabe que los camiones colectores de basura demoran hasta semanas sin acudir a los puntos de recogida.
La compañera Verde Olivo no logra comprender que si el ciudadano asiste a uno de estos abarrotados puntos de recogida y los contenedores están a tope de inmundicia solo queda soltarla al costado, para cuando un día aparezca el camión cargue con ella también.
Lo otro sería, regresar a casa con la metralla, y que vengan los bichos, la peste y las enfermedades. Pero esto no termina aquí, hay más incongruencias a raíz de esta, la 190 del 2023. ¿Dónde se ha publicado o aclarado los horarios dispuestos por las autoridades para sacar los desechos de los hogares?
Lo lógico sería que hubieran comenzado por este punto. Sin embargo, el régimen, apelando a su arma de cabecera, la represión, primero enseñó los dientes a los habaneros: el asunto de los 3,000 o 4,000 pesos de multa, en una ciudad donde los bolsillos duelen.
En la publicación intimidatoria del medio oficialista Tribuna de La Habana, donde se dio a luz al engendro 190 del 2023, tampoco se mencionó que sucederá con el deteriorado parque de camiones colectores de desechos con que cuenta Servicios Comunales. Menos se habló de cómo mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la empresa.
Si la lógica humana viniera por la libreta, en Cuba no lloviera más decretos que agua del cielo. Pero, esto es lo que tenemos: represión para suplir la incapacidad del régimen de mantener sin inmundicias las calles de una “ciudad maravilla” que se cae a pedazos.
Publicado originalmente en la edición 223 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.