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Por el periodista ciudadano Pedro Luis Hernández
Dec 9, 2024 | 2:00 PM
El destacado jurista y escritor cubano René Gómez Manzano, en su libro Constitucionalismo y cambio democrático en Cuba, señala con extraordinaria precisión: "Los marxistas, como sus primos los fascistas, despojaron a los individuos de sus derechos y los estabularon en un Estado que sería administrado por un partido supuestamente consagrado a defender los intereses y los ideales de los trabajadores, aunque en la práctica se dedicara a preservar los privilegios de la nomenclatura y a ejecutar las delirantes fantasías de sus líderes…".
La revolución de enero de 1959, que se proclamó comunista en abril de 1961 traicionando los ideales políticos de muchos de los que la llevaron al poder, abrazó con rapidez la ideología y postulados del marxismo poniendo en evidencia las palabras citadas por el jurista cubano. Con una propaganda engañosa, apelando a un nacionalismo extremo, al estilo de la propaganda fascista de Goebels, el régimen cubano logro atraer a multitudes de cubanos, que confundidos, engañados y manipulados le sirvieron de instrumento para consolidarse en el poder.
Bajo el liderazgo único de un partido comunista que se proclamó defensor de los humildes y amparados en discursos enardecidos por el triunfo y llenos de promesas y cambios, la dictadura, que había prometido libertad y derechos, pronto comenzó a mostrar su verdadera naturaleza política, privando a todo un pueblo de esa libertad y los derechos prometidos. Muy pronto, la política de despojos y violencias del modelo comunista comenzó a manifestarse.
Las persecuciones políticas contra opositores, los encarcelamientos, los fusilamientos, la constante violación de los derechos humanos, la represión política, la censura y un sistema legal que ampara la violencia bajo una constitución antidemocrática impuesta, son algunos de los frutos del modelo comunista en la isla.
Desde sus inicios y durante sesenta y cinco años el proceder no ha cambiado y su fracaso como modelo político se ha visto en países como Venezuela, donde se adoptó el modelo marxista cubano y hoy enfrenta una profunda crisis estructural y política, que ha provocado un poderoso movimiento social.
La ideología comunista en la isla ha sembrado miseria, violencia y atropellos durante sesenta y cinco años. El sistema político cubano ha mostrado su fracaso total y solo puede existir garantías para los cubanos bajo una transición hacia la verdadera democracia, que garantice como expresara nuestro Martí la dignidad plena de los cubanos. Si algún ejemplo en materia de política ha ofrecido al mundo el modelo marxista cubano, es que ha demostrado el fracaso y la verdadera esencia del comunismo, como sistema cuyo único fruto es el despojo.
Publicado originalmente en la edición 193 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano