Foto de Ashwini Chaudhary(Monty) en Unsplash
Por la periodista ciudadana Manuela Mujica
Aug 13, 2023 | 11:09 AM
Ya son tres meses que los pinareños no reciben el aceite que corresponde a la canasta familiar normada, por lo que nuevamente surgen las preguntas: ¿hasta cuándo será la falta de respeto de la dictadura? ¿Pensarán que todas las personas tienen la posibilidad de dar 900 pesos por un pomo en las Mipymes?
Lógicamente, el cubano de a pie espera y necesita el aceite de la bodega porque no puede aspirar a otro, si a 2 000 pesos que es el salario básico de una persona en este país le restamos el valor de un pomo de aceite, de seguro el resto no alcanzará para pagar las deudas de la electricidad, el agua, el teléfono y comprar algo de comer.
Además de recibir migajas de la dictadura porque es real que el aceite que manda a la bodega es una gota, y casi nunca viene completo, hay que estar esperando también a que ellos puedan ofertarlo, pero sin fecha exacta.
Mientras tanto, el pueblo pasa necesidad y a pesar de comer malo tiene que comer los alimentos mal elaborados. Una carne en agua y no en grasa es lo que más detesta el cubano y así ha tenido que ser desde que apareció el reordenamiento monetario, el cual provocó que este producto ya no se encuentre en las tiendas y quioscos a precios asequibles.
El régimen siempre ha estado enganchado a los demás países, acostumbrado a vivir de donaciones, pero es porque no le importa la calidad de vida de su pueblo. Para poder ofertar el aceite de la canasta básica tiene que estar esperando porque algún país done contenedores del producto.
Luego, cuando el aceite haga entrada al país si es que vuelve algún día, se comenzará a distribuir el del mes de mayo, lo que significa que cuando el año culmine habrán quedado meses sin disponibilidad del producto y dudo que esta deuda la paguen. Historias como estas ya los cubanos las han vivido y han terminado siempre en su contra.
Publicado originalmente en la edición 260 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño