La Habana. Un sistema establecido por las autoridades habaneras con el objetivo de eliminar las enormes colas en quioscos y tiendas de la ciudad, no ha resultado satisfactorio.

Los productos que mensualmente se venden a los consumidores a través de la libreta de racionamiento comprenden aceite, pollo, perro caliente, picadillo, detergente, jabón y cigarros.

“En mi grupo somos 513 libretas. Cuando nos tocó comprar faltaban los perritos y el detergente, que llegó cuando estaba comprando otro grupo más numeroso que el de nosotros”, explicó a Amanecer Habanero, Nancy Ochoa Padrón, residente en la calle 94 No. 41112 entre 41 y 41 B, en el municipio Marianao.

Entre las causas de esta insatisfacción están, primeramente, las aglomeraciones debido a los extensos intervalos que comprende cada uno de los grupos, los cuales deben comprar al unísono los días designados.

Los intervalos oscilan en rangos que van de 500 a 700 consumidores; sin embargo, en ningún momento se ha incrementado el número de empleados en los comercios.

Otra causa radica en que es rara la ocasión en que las autoridades logran surtir en bloque los siete productos básicos. Esto trae como consecuencia que se solapen los grupos.

Luz Barrera Valladares, quien vive en San Miguel No. 206 entre Aramburu y Soledad, dijo a este medio que no se ha resuelto nada, “pues las colas siguen igualitas”, como si no hubieran implementado un sistema nuevo.

“Es un sistema que está empezando. Hay que darle tiempo”, explicó a este medio Carlos González Pedroso, funcionario de la oficina de distribución del Gobierno Provincial en la ciudad.

Publicado originalmente en la edición 205 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.