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Por el periodista ciudadano Liusbel Piloto
Sep 23, 2023 | 10:00 AM
Señores, en Cuba ahora mismo hay un hecho que escapa a cualquier subjetivismo: el ritmo que más se escucha en la isla, la guaracha retroceso y más retroceso. Cada día amanecemos con un nuevo compás en reversa de este montuno. Esta vez, se trata del límite de 5 000 pesos para operaciones en efectivo.
El régimen, que a estas alturas del juego no engaña a nadie, utilizando el rostro del Banco Central de Cuba (BCC), en una nota informativa dejó establecidas las reglas de las transacciones bancarias domésticas, que a partir de este 3 de agosto comenzaron a regir en la isla.
¿Qué traerá la resolución publicada en el número 55 de la Gaceta Oficial de la República de Cuba, publicación a cargo del Ministerio de Justicia? Sencillo, traerá otro apretón de tuerca para los cubanos que menos tienen, más colas etc., y ocultamiento de efectivo para los que más tienen. Lo que pasará con los miserables de Cuba todos lo sabemos, lo hemos y lo estamos experimentando a diario, ya el régimen lo tiene escrito en piedras desde 1959.
Ahora, en estos momentos hay personas que tienen ahorros y necesitan, por ejemplo, comprar una cuna, 30 000 pesos por lo bajo, para recibir al nuevo miembro de la familia. La señora puede parir en una de las colas cualquiera, de 5 000 en 5 000 pesos.
Pero, qué sucederá con aquellos que manejan determinadas sumas de efectivo para su trapicheo (negocios) y que se valían del sistema bancario, dígase personas naturales; o las Mipymes, obligas por ley a utilizar el sistema financiero, y que después se entorpezcan gestiones por falta de recursos monetarios.
Cubanos, el pueblo sí sabe lo que pasará y ya se escucha la sentencia en frases callejeras que tienen ese gran poder de síntesis, pero que de un porrazo transmiten de forma excelente el mensaje: vuelve el dinero en Cuba a reposar debajo de los colchones.
Hoy, es 5 000; mañana, puede ser cero. Y las resoluciones y la Gaceta Oficial no resuelven el problema de la gente, es muela. Todavía hay más, el sistema bancario cada vez tendrá menos y menos efectivo.
Los que tienen ahorros harán la cola cinco mil veces, pero vaciarán las cuentas bancarias; y los que pudieran abrir nuevas cuentas, la abrirán debajo del colchón, aunque los bichos acaben con los billetes.
¡Qué manera esta gente de meter la pata! Es elemental, el dirigente que no entienda la realidad o que la entienda a base de decretos impositivos nunca entenderá la esencia del pueblo que dirige. Es la ceguera blanca lo que acosa a la nomenclatura militar: hay veces que de tanta realidad la luz encandila. Y cuando no somos capaces de aceptar que el barco se hunde, tarde o temprano se hunde.
Publicado originalmente en la edición 199 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa