Pinar del Río, Cuba, (ICLEP). Llueven las críticas de los pinareños ante la pésima calidad de los productos de la Empresa Cárnica Provincial que llegan a las bodegas, ya que estos no tienen buen aspecto ni sabor a la hora del consumo, fundamentalmente por la falta de frío y por estar hechos con sobras de los mataderos.

La dictadura destina la carne de calidad a la exportación, mientras a los cubanos les toca comerse el picadillo de tripas de animales y sobras de los mataderos, lo que claramente se reconoce a la hora de la masticación en la que sólo se encuentran tendones y tejidos blandos.

La jamonada es preparada con los mismos componentes y un poco de harina, llegando ambos productos a las bodegas verdes y con olor a podrido, ya que la mayoría de las veces no tienen la refrigeración suficiente. Leroy Oliva Machín, elaborador de la Empresa Cárnica Provincial, confirmó al medio que al centro llega cualquier cosa, lo mismo un trozo de tripa que vísceras y de ahí es de donde salen los cárnicos de las bodegas. “Eso no es un secreto para nadie, además el pueblo no es bobo”, dijo.

La clienta de la bodega El Caballo Blanco en el reparto Carlos Manuel, Yairadys Pimentel Martínez, informó al medio que ella no se puede comer lo que mandan a la bodega solamente por el aspecto que tiene.

“Yo prefiero morirme de hambre antes de enfermarme del estómago”, comentó. Según Ivaniel Cruz Jiménez, cliente del mismo establecimiento, cuando viene el picadillo no hay quien esté en el barrio por la peste que hay, a veces creo que las tiñosas van a venir.

Esto sucede mientras los dirigentes se comen la mejor parte, sin tener que estar innovando en la cocina para cambiar el mal sabor, mientras culpan a la falta de higiene en las bodegas del mal estado de los productos.

Publicado originalmente en la edición 265 del medio de comunicación comunitario del ICLEP,  Panorama Pinareño