Onaikel Infante Abreu. Foto enviada al ICLEP por su esposa
Por ICLEP
Jan 29, 2024 | 10:15 PM
La Habana, Cuba- Onaikel Infante Abreu, un joven habanero de 35 años, se encuentra encarcelado desde el pasado 27 de octubre por sacar una sábana con frases contra el régimen cubano. En estos momentos, lleva cuatro días en huelga de hambre y sed en una celda de castigo de la prisión Combinado del Este, como protesta por esta arbitrariedad.
El día de la detención, Infante se dirigía hacia la empresa privada (mipyme) donde trabajaba, luego de visitar a su esposa, Sujay Acosta Toscano, que acababa de dar a luz en el Hospital Materno Infantil “Ángel Arturo Aballí”, en el municipio Arroyo Naranjo.
Por el camino se cruzó con una mujer llorando. Le preguntó qué le sucedía y esta le respondió que no tenía nada para dar de comer a sus cuatro hijos. El joven le regaló 1000 pesos cubanos que traía y molesto se dirigió hacia la vivienda de su madre, en el reparto Buenavista, municipio Playa. Subió a la azotea y desde ahí sacó una sábana con las frases “Patria y Vida”, “Libertad”, “Abajo Díaz-Canel” y “Abajo los Castro”, “Comida para el pueblo” según relató su esposa al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).
En el lugar se presentaron las tropas especiales, que lo sometieron empleando balas de goma y lo atraparon usando una red. Luego de golpearlo, lo trasladaron al Hospital Militar “Carlos Juan Finaly” donde Infante sufrió convulsiones y después lo llevaron para el cuartel de la Seguridad del Estado conocido como Villa Marista, en el municipio Diez de Octubre.
A la izquierda: Onaikel Infante subido en la azotea para manifestarse con una sábana contra el régimen. A la derecha: restos quemados de la sábana luego de ser detenido. Fotos enviadas a ICLEP por su esposa Sujay Acosta
Allí permaneció por dos días hasta que lo trasladaron a la prisión de máxima seguridad del Combinado del Este, también en La Habana. Esta información su esposa la conoció un mes después, cuando le permitieron a Infante la primera llamada telefónica, pues durante ese tiempo ninguna autoridad le daba respuesta a ella sobre el paradero del joven.
En el tiempo que lleva encarcelado, Infante ha sido interrogado en varias ocasiones por la Seguridad del Estado dentro de la prisión. Las visitas familiares que le han permitido, siempre han sido en presencia de guardias y autoridades penitenciarias.
Inicialmente le comunicaron a su esposa que estaba siendo acusado por “alteración del orden público”, pero hoy un compañero de prisión la llamó por teléfono y le dijo que además lo inculpaban de portar armas blancas y dos antorchas en el momento de la protesta.
Infante no ha sido el único a quien han violado su derecho a la libertad de expresión con este encarcelamiento. Su esposa, Sujay Acosta, fue visitada por un hombre de piel blanca, vestido de civil, que no se identificó y le advirtió que, si hacía público lo que estaba ocurriendo con su Infante, sería desalojada junto con sus cinco hijos del local estatal donde encuentra viviendo de manera irregular hace 13 años.
Infante no está vinculado a ninguna organización de la oposición interna, pero su esposa sí es activista por los derechos humanos y tanto su madre, Lázara Gleisis Acosta Toscano, como su abuela Luis Ramona Toscano Kindelán, son Damas de Blanco activistas del Partido Cuba Independiente y Democrática (CID). Según Sujay, esto también es uno de los motivos de represión contra su pareja.
El uso de carteles como forma de expresión de disenso es una de las libertades más perseguidas por el régimen cubano. En estos momentos, José Luis Boada se enfrenta a 15 años de privación de libertad por escribir en varias paredes de La Habana una popular frase contra el presidente designado Miguel Díaz-Canel, mientras que el joven Eugenio Eduardo Sierra, esquizofrénico e hijo de la también activista del CID Niurka de la Caridad Ortega, se encuentra detenido desde hace cinco meses en la prisión de Valle Grande, por pegar en la vía pública boletines de esa organización opositora.