La Habana, Cuba - El líder opositor y preso político José Díaz Silva, denunció las pésimas condiciones de confinamiento en la prisión Combinado del Este, en La Habana, durante un pase ofrecido por las autoridades penitenciarias.

"Estoy allí en el Combinado del Este, en el edificio 1, en el primer piso norte. Eso ahí le dicen Incrementada, porque las celdas que están allí es para los que tienen problemas. Me tienen allí en una compañía que tiene 3 metros de ancho por cinco de largo", contó el prisionero a Radio Martí.

En ese espacio, los presos cuentan con una cama, un baño para sus necesidades fisiológicas y una pequeña ducha. Entre semanas, es trasladado esposado a una celda de sol durante una hora y luego se le permite solo cinco minutos de llamada telefónica con familiares y amigos.

Díaz Silva, de 62 años de edad y presidente del Movimiento Opositores por una Nueva República, fue recluido el pasado mes de marzo, luego que el régimen revocara una petición de dos años de trabajo correccional sin internamiento, por apoyar a familiares de manifestantes detenidos durante las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.

"Allí yo no tengo derecho a nada. Llevo rato padeciendo de los riñones, de la cervical, la gastritis crónica... y, sin embargo, a mí no me han llevado al médico. Y para que se me dé una visita o un pabellón conyugal, que me tocan por la ley, me tengo que plantar y poner a correr a todos los oficiales”, dijo.

En octubre, el preso político recibió un primer pase para que gestionara su salida del país. Este es el segundo permiso en menos de tres meses, concedido bajo la condición de que abandone el territorio nacional.

"Ellos [autoridades del régimen] dicen que a mí no me van a soltar nunca de la prisión, que yo tengo que irme del país. Ellos me traen a mí, me dan el pase ese, para que yo gestione [en la Embajada de EE. UU. en La Habana] una entrevista, para que yo trate de sacar una visa", manifestó en octubre el opositor.

Diaz Silva, quien está siendo amenazado con peticiones fiscales de 7 y 12 años de cárcel, lamentó la situación inhumana que viven los presos en la cárcel y en especial los recluidos por motivos político