Foto de Dylan Shaw
Por la periodista ciudadana Mayara Ruíz López
Apr 18, 2024 | 2:30 PM
El pasado 24 de febrero, las principales figuras del régimen cubano encabezadas por Miguel Díaz-Canel, firmaron el Código de Ética de los cuadros de la Revolución Cubana. Este acto, revestido de simbolismo, ha generado reacciones entre la población. E
se mismo día en todas las provincias cubanas también se desarrollaron actos solemnes donde los dirigentes revolucionarios firmaron el documento, que según palabras del mandatario cubano, constituye “un enorme compromiso y un llamado a la unidad”.
Como ciudadano cubano que observa a diario la vida que llevan los cuadros y dirigentes de la Revolución, quisiera exponer un grupo de ideas que me atrevo a vaticinar son compartidas por millones de cubanos de a pie.
Primeramente quisiera reflexionar sobre si la firma de ese documento, asegura que los dirigentes cubanos sean honrados y mantengan una actitud digna en su desempeño. Desde mi punto de vista esto es bastante improbable, y sólo constituye otro intento por rescatar la confianza que perdieron ante nuestro pueblo en todos estos años.
La llegada del internet a Cuba no solo ha servido para mejorar las comunicaciones entre familiares y amigos que están lejos y facilitar muchos servicios importantes para las personas, también ha dejado al descubierto los lujos que se dan los dirigentes cubanos y sus familias. Un número importante de videos y fotografías expuestas en la red demuestran que la ética y la honradez, no son cualidades muy comunes en los representantes del Gobierno y Estado Cubano.
Los directivos piden públicamente en sus discursos austeridad y sacrificio a nuestro pueblo, mientras ellos y sus familias se dan una vida llena de lujos utilizando los recursos que legalmente son de propiedad social.
La opulencia en la que viven las familias de los Castro, la del Presidente Cubano y la de los principales dirigentes, son el foco de la atención pública provocando el rechazo y las críticas de nuestro pueblo. A pesar de todas las denuncias que se realizan contra ellos en los diferentes espacios, ni una sola medida o sanción legal, ha sido anunciada públicamente en contra de la cúpula que gobierna esta isla. Está claro que la firma del Código de Ética no resolverá los grandes problemas de corrupción que existen y que el sacrificio de los cubanos, no será compartido por sus principales dirigentes.
Publicado originalmente en la edición 116 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas.