Sancti Spiritus, Cuba, (ICLEP). Los ancianos espirituanos sufren de hambre debido a la incapacidad de las autoridades locales del régimen para garantizar su seguridad alimentaria y controlar los altos precios de los pocos alimentos disponibles en el mercado.

La actual escasez en los mercados estatales obliga a las personas de la tercera edad a recurrir a mercados no estatales, donde los precios son exorbitantes, especialmente son exorbitantes, especialmente para aquellos que solo reciben una limitada pensión mensual de 1,500 pesos, con la que también deben cubrir gastos de gas, electricidad, agua y otros servicios.

"Los ancianos nos estamos muriendo de hambre, y este gobierno no hace nada por ayudarnos. Una libra de cerdo cuesta 700 pesos, un paquete de pollo hasta 3mil pesos y la libra de frijoles 350, como voy a pagar eso con una chequera de 1500 pesos, ya lo que me queda es tirarme a morir , pues tengo 80 años y no tengo fuerzas para trabajar, aseguro Belarmino Jiménez Ramos, anciano residente en el reparto de Kilo 12. Como agravante a esta situación se suma la falta de los alimentos de la canasta básica, que son para muchos de estos ancianos una ayuda durante algunos días del mes.

"Lo único que nos ayudaba durante ocho o diez días al mes son los alimentos de la canasta básica, pero hasta eso ya es un problema, pues los están enviando casi al concluir el mes", aseguró Lorenzo Veitías Pérez, anciano residente en Los Olivos II. Considerada una de las tres provincias del país, con mayor cantidad de personas de la tercera edad, la situación de los ancianos y su calidad de vida empeora cada día más si las autoridades locales no intervienen pronto en su ayuda.

Publicado originalmente en la edición 190 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano