Foto de MJ Haru en Unsplash
Por el periodista ciudadano Niurka Linares
Dec 10, 2025 | 9:25 AM
Sancti Spíritus, Cuba, (ICLEP). Los barrios marginales de La Ford y El Camino de La Virgen permanecen totalmente abandonados por parte de las autoridades locales del gobierno municipal de Sancti Spíritus, situación que afecta a más de 5 mil habitantes que viven en estas comunidades de la periferia de la ciudad.
Estos asentamientos poblacionales, ubicados en la zona de la circunvalación espirituana, en la carretera a Trinidad, presentan una compleja situación con el fondo habitacional, las calles y el servicio de agua potable, así como una preocupante situación higiénico-sanitaria.
Más del 50 % de las viviendas en estos barrios periféricos están construidas con materiales reciclados y de desecho, con techos improvisados y en pésimas condiciones que suelen filtrarse cuando llueve. Del mismo modo, las pocas calles existentes se encuentran muy deterioradas y carecen de servicio de agua potable; sus habitantes dependen de carros cisterna que pasan cada diez días, lo que agrava aún más sus condiciones de vida.
“Aquí estamos viviendo como animales: sin agua, sin calles y con muchas casas en muy mal estado. Aunque le hemos pedido ayuda al gobierno y a Vivienda, no hacen nada. Cada cual inventa como puede y muchas familias viven en una pobreza total”, comentó Irene Rodríguez Fuentes, residente en el barrio La Ford.
“Este barrio siempre ha estado abandonado por el gobierno, parece que no existimos para ellos. Muchas casas están en pésimas condiciones, hechas con cualquier material, y algunas ni casas se les puede llamar. Para colmo, el agua llega por pipas porque la Empresa de Acueductos nunca se ha preocupado por instalar el servicio; total, para ellos somos emigrantes que vinimos de otros lugares”, confesó Anabel Morera Roque, vecina del barrio El Camino de La Virgen.
Odiel Cartaya Benítez, especialista de la Dirección Municipal de la Vivienda, explicó al medio que estos asentamientos están catalogados como marginales e ilegales y que, en su momento, se había acordado su demolición. Sin embargo, ahora se ha decidido legalizarlos y, hasta que ese proceso no concluya, no pueden realizar ninguna acción constructiva, según las indicaciones del gobierno.
Estos barrios marginales parecen no formar parte de la agenda del gobierno local, pese a los programas de reanimación de comunidades implementados en el territorio desde 2022.
Publicado originalmente en la edición 214 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano.