Foto © Teresa Miranda Cespedes/Facebook
Por la periodista ciudadana Miriela Cárdenas Rosell
Jun 4, 2024 | 2:00 PM
Artemisa, Cuba (ICLEP). La pésima facturación y manejo de féretros a disposición de cubanos de a pie en la provincia ya rebasa lo éticamente permisible. Comunales traslada y manipula ataúdes como si fueran sacos de papas. La situación cambia en caso de difuntos encumbrados.
De hecho, antes del proceso de manipulación y trasiego de los cajones la hechura deja mucho que desear. Todo indica que el régimen no se toma muy en serio el asunto cuando se trata de ciudadanos comunes; pero, la situación varía cuando fallece algún jerarca de la nomenclatura.
Para contar detalles, según elementos aportados en la denuncia de los artemiseños a este medio informativo, la mayoría de los féretros son confeccionados con madera de pino verde. Resultado: con un poco de intemperismo y tiempo el ataúd se desencaja y desclava.
No son pocos los eventos, en medio del dolor de los familiares que han perdido a seres queridos, que a la hora de la procesión luctuosa rumbo al camposanto el cadáver abandona el cajón; terminando en el piso ante el estupor y la impotencia de los dolientes.
“Pero cuando se trata de un personajón de estos, un comandante o general, da gusto ver la caja, por decirlo de alguna manera. Dígame usted, que un difunto jerarca se despeñe al piso por una caja jorobada, de esas que traen aquí. Cuando mi hermano yo pasé por la experiencia, se me despeñó”, comentó al boletín la anciana Sarah Yera Medina, vecina de la calle Línea. Fermín Gonzalo Cuellar, empleado en la funeraria de la ciudad, dijo a los corresponsales: “Los mandan en esas condiciones, y gracias que hay cajas. Muchas veces ni desclavadas hay”.
Publicado originalmente en la edición 217 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa