Taller "El Pike" en Sancti Síritus. Foto tomada del perfil de Carlos E. León Reyes
Por la periodista ciudadana Luisa María Bermúdez
Aug 9, 2024 | 2:00 PM
Sancti Spíritus, Cuba, (ICLEP). La falta de piezas en los talleres estatales para la reparación de equipos electrodomésticos, entregados por la llamada "revolución energética”, continúa afectando a la población espirituana, quien se ve obligada a comprarlas a precios altos en el mercado negro.
Desde hace más de dos años las piezas de repuesto para ollas, hornillas, refrigeradores y televisores, entregados por el régimen en su "revolución energética" del 2005, no entran a estos talleres habilitados para sus reparaciones, carencias que afectan a la población espirituana, quien se ve obligada a comprar las piezas en el mercado informal, único espacio donde aparecen.
Resistencias eléctricas para hornillas y ollas arroceras, así como parrillas y máquinas de refrigeradores, son las piezas más demandadas por la población y las que permanecen en falta. En el mercado informal una resistencia para hornillas cuesta cuatro mil pesos, una parrilla para refrigerados 20 mil pesos y una máquina de refrigeración nueva 40 mil pesos o más, precios imposibles de pagar por un obrero que vive de un salario de 3500 pesos o un jubilado que apenas recibe al mes 1500 pesos.
"Llevo un año con la resistencia de olla arrocera rota y cada vez que voy no hay. En la calle las venden a 4000 mil pesos, que no sé de dónde salen, pero no puedo pues vivo de una chequera y si pago la pieza como está, paso hambre dos o tres meses", aseguró Cándida Morgado Ferrer, residente en la calle Aluart.
Según confesó al medio de Rolando Pereira Camejo, administrador del combinado de la calle Garaita: ‟Las resistencias eléctricas no entran hace cerca de dos años no sé por qué razón si las hay en la calle y no en los talleres. Es algo que muchos no acaban de entender".
La falta de piezas para la reparación de refrigeradores es otro de los problemas que golpean a los espirituanos, teniendo en cuenta la necesidad de este equipo electrodoméstico en los hogares. Claribel Abreu Taño, residente en la calle Bayamo 178 comentó: ‟Mi refrigerados se me rompió y necesitaba la parrilla de atrás, que en los talleres no hay y tuve que pagarla en la calle a 20 mil pesos, más el gas y la mano de obra me costó el arreglo 30 mil pesos, quien pue de pagar eso con un salario. Mi suerte fue mi hija que vive en Miami y me envió el dinero”.
Publicado originalmente en la edición 185 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano