Protesta del 11 de julio frente al Capitolio de La Habana. (Archivo)
Por Daniela Rojo, miembro del grupo de Archipiélago.
Nov 12, 2021 | 8:05 AM
La Habana, Cuba, (ICLEP) - Todos sabemos que después del 11 de julio pasado, cuando más de 40 pueblos y ciudades se lanzaron para la calle en las mayores protestas de la historia de la isla y la posterior respuesta represiva de los mandos militares, la varilla para el régimen ha quedado alta. Esto hace suponer que en todo el planeta crece la expectativa en la medida que se aproxima la fecha/convocatoria a marchar por cambios. En otras palabras, la dictadura la tiene bien difícil por varias razones que a continuación desglosaremos.
La primera de ellas: todavía, a la fecha no se ha podido demostrar por mucho que se ha insinuado que las protestas del 11 de julio no fueron espontáneas. A las víctimas de la represión, los encarcelados, se les presiona y presiona en busca de una confidencia/revelación que vincule las protestas históricas con el imperialismo yanqui. Incluso, prometen beneficios a los detenidos, evitando la confesión forzada; pero no se obtienen las ansiadas revelaciones porque nadie puede hablar de lo que no sabe si no se pregunta directamente y, ante un caso tan delicado como es acusar a otra nación, el régimen prefiere nadar siempre y cuando pueda guardar la ropa. Señores, el tema ha quedado en el olvido. No aparece el enemigo externo que fomentó lo del 11 de julio. Sencillamente, fue el pueblo que dijo basta y sin telarañas en la boca demandó el fin del régimen. “Abajo la dictadura”, se oía clarito. No sé si alguien vio otro video.
La otra cuestión del porqué los ojos de todo el planeta sobre la isla este 15 de noviembre es como sigue. Ahora no hay supuestos manejos ocultos urdidos desde el exterior, con mucho tiempo de antelación se solicitó permiso para la manifestación amparado, los solicitantes, en el artículo 56 de la constitución vigente en la isla. Se trata de un derecho que tienen los cubanos refrendados en la ley de leyes, según se acostumbra a catalogar cuando nos referimos a la carta magna. Declararla ilícita suponiendo otros fines, como crear desórdenes, eso está por ver. Solo se trata de una presunción no de un delito consumado. Por tanto, el cartelito de democracia diferente, autóctona, que el régimen le vende al mundo se le puede caer del cuello a la cúpula. Mejor dicho, ya se cayó desde el mismo instante en que negaron el permiso a marchar.
Otra cuestión que no podemos pasar por alto en este análisis es la represión. La fiera está visiblemente herida y el único método que conoce es la represión. Todavía hay cientos de hijos de este país presos en condiciones humillantes por el mero hecho de pedir libertad. Lo cual hace pensar que en noviembre no tiene por qué ser diferente. Una triste razón para que todos los ojos del planeta este próximo mediado de noviembres estén enfilados en la isla. Incluso, se dice que como respondan las autoridades ese día así será el tratamiento a futuro de muchas naciones respecto a la isla; comenzando por el bloque comunitario europeo. Muchos acuerdos de corte económico de ese poderoso bloque con la isla se pueden ir abajo.
Con tanta gente mirando no hay dudas que la varilla para el régimen está más que alta. Esperemos. A otro lugar no podemos ir, a no ser a la marcha, viajamos en el mismo planeta. Y este, “La tierra”, tiene ojos; y muy grandes
Publicado originalmente en la edición 177 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.