Foto de Florian Wehde en Unsplash
Por el periodista ciudadano Noel Barreto
Aug 10, 2023 | 9:30 AM
Según cuenta mi abuela, hace años por la tarjeta de abastecimiento podía comprar en la bodega hasta manteca en rama, se necesitaba de un saco para poder llevar todo lo que ofertaban por unos centavos; cuando aquello, daba gusto hasta ser bodeguero.
Este es un tema que sorprende a las nuevas generaciones. Es muy común escuchar a las personas decir que antes estábamos mejor que ahora, el cubano nunca ha tenido una buena vida, pero de que antes era mejor que ahora no cabe la menor duda. Si antes se necesitaba de un saco, hoy con una jaba de nylon puedes comprar todo lo que venden en la bodega y a diferencia de comprar con centavos, tienes que llevar más o menos 1 000 pesos, la mitad del salario con el que debes vivir un mes.
La canasta básica se ha ido reduciendo drásticamente y esa es la parte que puede contar la juventud de hoy. Dos libras de arroz por persona para un mes, dos de azúcar prieta porque la blanca se despareció, un poquito de frijoles cada tres o cuatro meses, sal sólo para aquellos núcleos familiares que cuentan con más de cuatro personas, un poquito de aceite cuando hay, chícharo molido que se hace pasar por café cada dos o tres meses y algún que otro jabón de vez en vez.
En fin, una miseria que no alcanza ni para una semana es lo que recibe el pueblo que muere de hambre y carece de los recursos básicos. Cada mes hay más intermitencia con los mandados y cuando algunos de los atrasados hacen entrada a las unidades, no suplen los meses en los que estuvieron en falta, esos van quedando en el olvido.
Con razón el régimen ha ido reduciendo las páginas de la tarjeta de abastecimiento, la cual infiero va a desaparecer con el tiempo, así se quita una carga más.
Publicado originalmente en la edición 260 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño