Artemisa, Cuba, (ICLEP). “No se preocuparon de asegurar ni de algo tan importante para ellos como es el foco de la propaganda en la provincia. Hasta sus propias instalaciones dejaron desprotegidas”, dijo a este medio el artemiseño Mario Rosell, a raíz de la caída de una parte del techo de la emisora oficialista Radio Artemisa.

El desplome súbito y estruendoso de una zona de la cubierta no asegurada, de la más importante planta radial del territorio ubicada en la calle República, mientras no se dejaba de transmitir, no solo ha generado una ola de comentarios en la ciudad por las posibles víctimas fatales, sino que ha sido un medidor de hasta qué punto es desertada la actual administración territorial. Afortunadamente, en el suceso no hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas.

Pero según se supo por fuentes confiables, los mismos empleados en comentarios privados acusan a las autoridades locales de abandono crónico de todo el patrimonio existente en la ciudad, sea particular o estatal. Criterios que no se atreven a expresar en transmisión en vivo.

“Lo nunca visto, para qué un pueblo quiere gobernantes que no saben gobernar. No se preocuparon de proteger ni sus propias instalaciones. Apuntalar, amarrar, no sé cuántas cosas pudieron hacer. Bueno, es que no tienen ni sogas”, refirió al boletín la ama de casa Mary del Toro Marín, domiciliada cerca del desplome, en la calle República.

“Lo que tenemos todos en la emisora es una sensación de sentimiento reprimido, algo atorado en la garganta, como para explotar de una buena vez y en transmisión en vivo. Pero, ¿quién es el primero? ¿Quién le pone el cascabel al gato?”, confesó a los corresponsales el mismo empleado de la emisora en condición de anonimato.

Publicado originalmente en la edición 228 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa