El preso político Oscar Sánchez Madan, Coordinador Político del Consejo Nacional del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), fue enviado a celda de castigo el pasado 1 de agosto en la prisión Combinado del Sur en Matanzas, por exigir ver el noticiero de la televisión cubana.

Según una publicación de Cuba Antitotalitaria en su perfil oficial en Facebook, Sánchez Madan en llamada telefónica a la sede nacional del FANTU detalló que, desde la tarde del 28 de julio, fecha en la que se desarrollaron las elecciones en Venezuela, fueron apagados todos los televisores a los que tenían acceso los reclusos en el centro penitenciario por órdenes del Mando Superior, y en días posteriores no se les permitió ver ningún espacio informativo, solo programas de entretenimiento y recreativos.

Esta violación al acceso a la información llevó a varios reclusos a hacer un reclamo a la dirección de la cárcel a través del propio Oscar Sánchez Madan en calidad de preso político. Cuando el coordinador del FANTU solicitó ver al director de la prisión fue recibido en su oficina por otro oficial desconocido vestido de civil que se negó a identificarse.

Este le comunicó a Sánchez Madan que no tenía permitido ningún tipo de acción subversiva en medio de las elecciones en Venezuela y que sería castigado “por su intento desestabilizador”. Dicho oficial emitió la orden para que el preso político fuera trasladado a una celda tapiada, que se utiliza para castigar a los reclusos, donde lo mantuvieron durante 15 días.

Las violaciones a la libertad de expresión no cesan con el encarcelamiento de los ciudadanos cubanos, dentro de las prisiones el hostigamiento continúa y se les prohíbe a los presos no solo reclamar sus derechos a la libre expresión y al acceso a la información, sino también denunciar las violaciones, represiones y castigos que ocurren al interior de los centros penitenciarios.

El pasado 31 de julio al manifestante del 11J y preso político Heriberto Téllez Reynosa en la prisión para enfermos de VIH Sida El Caguayo en San Luis, Santiago de Cuba le requisaron dos libretas de apuntes y una agenda de teléfonos y se las mantuvieron retenidas durante cuatro días antes de devolvérselas.

En la agenda de teléfonos el preso político tenía los nombres de nueve reclusos, enfermos de VIH, que han muerto en los tres años que lleva en prisión por negligencias de las autoridades carcelarias, le arrancaron esas hojas y le cuestionaron por qué tenía esos nombres.