Artemisa, Cuba - Al piso de la funeraria de Artemisa, ubicada en la calle 50 entre 29 y 3, casi fue a dar este viernes el cadáver de Irene López Moreno, después que se desclavara un ataúd de confección chapucera donde se encontraba el cuerpo.

Según las palabras de Isabel López Moreno, hermana de la fallecida, la causa del lamentable incidente radicó en la falta crónica de féretro. “Los poco que hacen tienen la madera torcida, desclavados y puesta la tela de modo chapucero”, agregó.

Desde el inicio, López Moreno había advertido a Rolando Núñez Martínez, empleado de la funeraria, sobre las malas condiciones del ataúd, pero este refirió que era el único féretro que quedaba.

Por su parte, Danilo Ortega Blanco, esposo de la occisa, comentó a este medio que nunca pensó que esta pasara por semejante situación. “Ya era mucho con su muerte”, añadió.

El chofer de la carroza fúnebre, Pedro Torres Francis, aclaró a Majadero de Artemisa que desde hace tres días no llevan cajas a la funeraria y las que quedaban se acabaron; no obstante, “todas estaban bastante mal hechas”, por lo que no es de extrañar lo que sucedió.

“El problema está en que no hay telas para forrar las cajas. Van a tener que solicitarlas a otras provincias hasta que se resuelva el problema con la tela”, concluyó Torres Francis.

El desastre ocurrió al cargar la caja cuando el entierro iba a partir hacia el cementerio. Los lamentos de dolor de los familiares y la ineptitud de los trabajadores de la funeraria matizaron la escena.

En medio del dolor, las risas camufladas de los insensibles, las ofensas y la falta de herramientas en la funeraria, los familiares tuvieron que pedir un martillo en la florería Funeraria, Calle 50. Foto: ICLEP contigua.

Publicado originalmente en la edición 182 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa.