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Fiscalía cubana solicita 15 años de prisión para joven por expresiones antigubernamentales

Preso político cubano Jorge Luis Boada Valdés (Redes sociales).jpg

Por ICLEP

Nov 3, 2023 | 5:29 PM


La Habana, Cuba - La Fiscalía del régimen cubano ha solicitado una pena de 15 años de privación de libertad para Jorge Luis Boada Valdés, un joven de 29 años que lleva encarcelado desde febrero de 2022 por plasmar en varias paredes del municipio habanero de Lawton la frase "Díaz-Canel, singao". La información fue proporcionada por su padre, Jorge Luis Boada, a Diario de Cuba.

El pasado 2 de noviembre, se celebró la vista oral quedando concluido para sentencia el pedido de 15 años de cárcel por parte de la fiscalía. La familia considera excesiva esta petición y argumenta que la acusación no solo se basa en las expresiones contra Díaz-Canel, sino también en la presunta convocatoria a hacer protestas a través de las redes sociales del acusado.

Según la familia, Boada Valdés está siendo acusado del delito de propaganda enemiga, aunque en el actual Código Penal vigente desde diciembre del pasado año, este delito tiene una pena máxima de diez años. Cabe destacar que el delito de propaganda enemiga no existe en el actual Código Penal, mientras que figuras delictivas como propaganda contra el orden constitucional y difusión de noticias falsas contra la paz internacional tienen penas máximas de diez y cinco años, respectivamente.

Boada Valdés se encuentra recluido en la prisión de Valle Grande, ubicada en las afueras de La Habana. Durante los primeros meses de su detención, estuvo en el cuartel general de la policía política conocido como Villa Marista, donde volvió a expresar sus opiniones antigubernamentales, provocando, según el testimonio de familiares, torturas y maltratos por parte de los carceleros.

Asimismo, por ejercer su derecho a la libertad de expresión al escribir en una sábana la frase “Patria y Vida”, fue llevado a una celda de castigo en la prisión Valle Grande por al menos diez días.

En su informe mensual de julio de este año, la ONG Prisoners Defenders cifró en 1.047 la cantidad de prisioneros políticos en Cuba, resaltando que la mayoría de ellos no tenían afiliación alguna a organizaciones de la disidencia interna al momento de su detención.

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