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La verdadera libertad exige el derecho a hablar

Foto de AXP Photography en Unsplash

Por el periodista ciudadano Pedro Luis Hernández

Nov 12, 2024 | 2:00 PM


El pasado 20 de octubre los cubanos celebramos el día de la cultura nacional, rememorando aquel épico momento cuando Perrucho Figueredo sentado sobre su caballo escribiera La Bayamesa, convertida en himno de combate y lucha para la naciente nación cubana que se estaba gestando, con una identidad y cultura propia cultura.

Oficializada el día de la Cultura cubana, el 22 de agosto de 1980 por el régimen, para los cubanos dignos y honestos, la fecha es más que un decreto oficial, debe ser el momento oportuno para rendir un homenaje y recordatorio a todos aquellos jóvenes artistas, poetas y escritores que han sufrido y sufren en las cárceles cubanas, por expresar en sus creaciones la verdadera realidad que se vive en la isla, ejerciendo el derecho a libertad de expresión y creación.

Desde los primeros días de instaurada la dictadura cubana en el poder, Fidel Castro estableció en su discurso Palabra a los intelectuales, lo que sería considerado como la norma oficial para poder hacer arte en la isla, al expresar: "Con la revolución todo contra la revolución nada", a partir de este momento comenzaría una verdadera cacería de brujas, al estilo del Macartismo, contra todo intelectual, escritor o artista que se oponía a la dictadura.

En virtud de esta regla varios escritores y artistas fueron censurados, encarcelados o tuvieron que abandonar la isla, entre ellos merecen ser recordados el escritor Jorge Mañach, poeta Heberto Padilla.

La persecución contra cualquier manifestación cultural que no abrazara las ideas comunistas estaba condenada. El régimen estableció en los principales espacios de la cultura nacional una especie de comisario cultural que se encargaba de pasar por el filtro oficial cualquier creación artística. Esta práctica represiva se ha mantenido por décadas, alcanzando en los últimos años a un número cada vez más creciente de jóvenes artistas y escritores que se han atrevido a cuestionar el sistema, muchos de ellos permanecen en las cárceles cubanas.

Merecen ser recordados, en este da de cubanía jóvenes artistas como Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro, y Maykel Osorbo, condenados a cinco y nueve años de cárcel.

Otra de las figuras detenidas por el gobierno cubano es la poeta y activista María Cristina Garrido, el músico Didier Eduardo Almagro, sentenciado a tres años de prisión en el 2021 y el rapero Randy Arteaga Rivera quien fuera condenado a cinco años por su participación en los sucesos del 11 de julio del 2021.

La lista es interminable y cada día añade nuevas figuras. Cuestionar, encarcelar, censurar a los artistas que cruzan la línea roja establecida, ha sido durante varias décadas la política de la dictadura cubana, para acallar aquellas voces que se levantan en su contra, desde el arte y la cultura. Según informes de la organización internacional PEN Cuba es hoy uno de los países latinoamericanos con mayor índice de represiones contra creadores artísticos.

 

Publicado originalmente en la edición 191 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano

 

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