Desde las jornadas previas al 26 de julio, fecha en la que el régimen cubano conmemora el Día de la Rebeldía Nacional, la Seguridad del Estado inició una nueva escalada represiva contra los periodistas independientes y activistas cubanos sometiéndolos a amenazas, vigilancia en sus viviendas y cortes de internet para impedir su ejercicio periodístico y su derecho a la libre expresión.

Juan Manuel Moreno Borrego, director del medio de comunicación comunitario del ICLEP Amanecer Habanero denunció el 25 de julio: “El jefe de sector y el represor de la Seguridad del Estado, me acaba de hacer la visita, para ‘comunicarme’ con motivo del 26 de julio que no puedo salir de mi casa, ni para sacar la basura, hasta que no lo autoricen nuevamente, que si hubiera alguna urgencia médica que llame al 106. De hacer lo contrario sería circulado, detenido e instruido por desacato y desobediencia”.

Frank Abel García, periodista de ese medio, reportó que desde esa fecha se encontraba sin servicio de internet

Antonio Suárez Fonticiella, director del medio Páginas Villareñas, informó a la dirección de ICLEP que recibió amenazas muy similares ese mismo día: “Al parecer nosotros nos hemos convertido en una gran piedra en el zapato de la Seguridad del Estado, también se presentó en mi casa el Capitán de la SE Fredy diciendo que no podía salir a la calle ya que mañana se celebraría un día muy especial para el verdadero pueblo cubano y no para los contrarrevolucionarios como ustedes, de hacerlo sería acusado de desacato”.

La directora del medio del ICLEP El Majadero de Artemisa, Mabel Páez, denunció que un represor de la Seguridad del Estado que se identificó como Damián la visitó en la misma fecha “para seguir hostigándome y amenazándome con meterme presa si salgo de la casa, y que no puedo salir hasta después del 27, que no me hiciera la lista”.

Orlidia Barceló Pérez, directora de El Espirituano, y Pedro Luis Hernández periodista de ese medio, desde el 25 de julio se encontraban sin internet y con vigilancia a las afuera de su casa para impedirles salir.

Los periodistas Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar informaron a través de X que desde el 24 de julio estaban con el internet cortado: “Parece una razia tecnológica para evitar que publiquemos alrededor de la aciaga fecha del 26 de julio”.

Los activistas del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) Manuel Cuesta Morúa, María Elena Mir, Maria Mercedes, Osvaldo Navarro y Marthadela Tamayo reportaron que desde el 24 de julio estaban sin servicio de internet.

Por estas mismas fechas, la periodista de Cubanet, Camila Acosta, estuvo sitiada y bajo vigilancia en su vivienda desde el 25 de julio para que no saliera de su casa. La limitación de movimiento en contra la periodista pretendía impedirle que continuara reportando lo relacionado con la rebelión de los masones en Cuba. El pasado 23 de julio alrededor de 200 masones se concentraron en la sede de la Gran Logia de Cuba para exigir la renuncia al cargo del Gran Maestro Mario Alberto Urquía Carreño y el cese de la injerencia de la Seguridad del Estado y el gobierno cubano en sus asuntos internos.

Al igual que el pasado 11 de julio, tercer aniversario de las masivas protestas que tuvieron lugar en Cuba en 2021, la represión de la Seguridad del Estado en contra de periodistas independientes y activistas se hizo presente este 26 de julio, un acto que demuestra una vez más la incapacidad del régimen para lidiar con los criterios opuestos a la dictadura castrista y el irrespeto al derecho de los ciudadanos cubanos a opinar libremente sobre su realidad.