La Habana, Cuba - El reportero independiente Yoel Acosta Gámez denunció aún persistir la amenaza por parte de la policía política para que abandone el país. La información la divulgó el pasado miércoles a través de un vídeo, el medio alternativo CubaNet.

“Vengo a denunciar la situación por la cual estoy atravesando, principalmente el acoso por parte de los oficiales de la Seguridad del Estado hacía mí persona, por ejercer el periodismo independiente y por mostrar la realidad que vive el pueblo de Baracoa”, confesó el comunicador residente en la más oriental provincia cubana, Guantánamo.

Acosta Gámez, fue interrogado a inicios de mes por una publicación en favor de la liberación de los prisioneros políticos en su perfil en Facebook. 

En ese momento, se le recordó que debía de abandonar el país antes del 1 de abril, o sería acusado por el presunto delito de "atentado" contra la Seguridad del Estado.

“El interrogatorio trató, bajo la amenaza que me acordara que ellos me habían dado un plazo hasta el 1ro de abril para yo abandonar el país, que si no abandonaba el país, iba a ser sancionado por el delito de 'atentado' contra la Seguridad del Estado”, falta impuesta en el mes de enero. 

Asimismo, durante el interrogatorio le propusieron que iban a facilitarle el pasaporte y que se le entregaría el próximo martes. En caso de permanecer en Cuba, sería llevado ante un tribunal y condenado por dicho delito. 

“Yo les dije a ellos [policía política] que no tenía ninguna intención de abandonar mi país, pero que tampoco le iba a dar el gusto de volverme a llevar nuevamente a prisión”, manifestó.

En enero, el periodista de 34 años, denunció en un video enviado al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), el ultimátum impuesto por la policía política respecto a su salida del país.  

“Me han amenazado, me siento amenazado, pero mi decisión es firme, seguiré haciendo mi trabajo porque sé que no cometo ningún delito”, expresó en aquel momento.

En 2022, el ICLEP registró diez hechos violatorios cometidos contra el freelancer. De ellos, seis detenciones arbitrarias, dos amenazas y agresiones psicológicas e igual número de agresiones físicas, como parte del acoso sistemático por ejercer la labor periodista de manera independiente.