Artemisa, Cuba, (ICLEP). El cementerio local fue víctima esta madrugada de un nuevo episodio de terror: desapareció otro cráneo de uno de los sepulcros alejados de la entrada de la necrópolis. El hecho fue detectado en horas tempranas de la mañana por uno de los empleados, cuando advirtió un féretro abandonado en una de las callejuelas del camposanto. Horas más tarde, se detectó que a la osamenta le faltaba el cráneo.

La policía no hizo acto de presencia y el ataúd fue incorporado a la tumba de origen sin mayores repercusiones, por lo que supone otro delito que quedará impune.

“Precisamente, este proceder negligente de las autoridades incentiva los hechos. Los que se dedican a esto saben que la policía no actuará, es más, ni se molestará en venir. Llegará un momento en que se robarán los huesos de día y en presencia de todos. Un llega y coge”, declaró a este medio informativo la anciana Milagros Cabello Fonseca, vecina de la calle 13.

Raudel Franco Santo, trabajador agrícola domiciliado en la calle Colón esquina a 25, contó al boletín que el sufrimiento que está causando el saqueo de tumbas como consecuencia de las prácticas de hechicerías es grande.

“Los familiares de difuntos no viven con esto”, finalizó diciendo. Justino Uriarte Gómez, el sepulturero que se percató del hecho, dijo a los comunicadores que es casi imposible vigilar todo el perímetro del cementerio. “Los ladrones de tumbas vigilan a los guardias, además como la policía no coge a nadie los delincuentes se envalentonan”, concluyó.

Publicado originalmente en la edición 215 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa