Santa Clara, Cuba, (ICLEP). Desde principios de la semana pasada, más de 140 niños permanecen ingresados en promedio en las salas del Hospital Pediátrico José Luis Miranda. Según Lisbeth Gómez Ramírez, pediatra del centro, los servicios hospitalarios están prácticamente colapsados debido al elevado número de pacientes que ingresan diariamente.

“Las salas de Gastroenterología, Pediatría y El área especial No 4, se encuentran al tope de su capacidad por la gran cantidad de niños que llegan a nuestro hospital con síntomas de la Fiebre Oropouche. Fiebre muy alta, acompañada de diarreas y vómitos, son los principales síntomas que presentan los pacientes”, explicó.

La doctora significó que la dirección del hospital tuvo que habilitar 30 nuevas camas en la sala de Cirugía y 10 cuneros en la sala de neonatología, para acoger a los niños que necesitan ser ingresados.

“Decidimos ingresar a los pacientes menores de seis años que llegan con complicaciones y síntomas agudos de la enfermedad, esto permite aplicar medicamentos que no están disponibles en la red de farmacias. Esperemos que el número de enfermos poco a poco vaya disminuyendo y que no sea necesario habilitar nuevos locales para los ingresos”, aclaró.

Idelsys Téllez Carvajal, madre de un niño que se encuentra ingresado, le comentó a la autora de esta nota, que las salas del hospital pediátrico se encuentran abarrotadas de pacientes y que el personal médico se encuentra agotado por esa situación.

“En la sala No 4 que es donde se encuentra ingresado mi niño no hay suficientes médicos y enfermeras para atender a los pacientes. Es increíble que este Gobierno siga enviando profesionales de la salud a cumplir misiones en el extranjero y que los centros de salud de este país prácticamente no tengan especialistas para atender a los cubanos”, refirió.

Publicado originalmente en la edición 127 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas