logotipo ICLEP

Una industria pesquera que opera sin cumplir su propósito

Foto de Gayatri Malhotra en Unsplash

Por el periodista ciudadano Lauder Félix Acosta

Dec 20, 2024 | 2:00 PM


Incompetencia total en su máxima expresión es el nombre que se le puede asignar al nuevo dirigente de la Empresa Pesquera de La Coloma (EPICOL) Jordán Noqueira Tapia. Desde su toma de mandato hace ya cinco meses el Combinado Pesquero ha atravesado por la crisis financiera y productiva más larga de la historia, según cuentan los conocedores.

Ni aunque se dé la orientación de salir a la captura de langosta a todos los barcos pesqueros de La Coloma se podrá cumplir el plan de este año. La pesca de este crustáceo es lo que más importe le da a dicha empresa, pero debido a la escasez de combustible, fallas técnicas en las embarcaciones, problemas técnicos en la propia industria y la incompetencia del propio directivo y ejecutivos que lo rodean, han dado paso a que la producción se paralice en su totalidad.

También, como todo el empeño se ha volcado en la captura de langosta, algo que no ha sido proporcional con los resultados que se están presentando, se ha visto afectada la pesca de la escama, la cual está paralizada.

En fin, el salario del propio obrero ha sido perjudicado por no producir. Las quejas por parte de los trabajadores del Combinado Pesquero son muchas porque el sueldo de los directivos sí se mantiene intacto y la justificación de estos es que debido a la baja producción, nula en la mayoría de los casos, el capital de la empresa está en números rojos y se está empleando en pagar las deudas millonarias de la entidad. Eso sí producen en grandes cantidades, deudas con organismos y entidades.

Deudas por viajes, gastos administrativos en alimentos, transportes de lujo, etc. Y como siempre, esos gastos son cubiertos con la sangre y el sudor del trabajador. Asimismo, la baja producción ha dado paso a que se paralice la elaboración de la croqueta, tan anhelada por la población pinareña debido a su bajo costo de venta, en comparación con los precios actuales de los alimentos.

Tanto el pescado como los otros productos de capturas de la empresa pesquera solo son vendidos a instituciones turísticas o destinados a la exportación. Mientras el pueblo se muere de hambre, el obrero no cobra su salario por la falta de productividad, consecuencia de la incompetencia de un lacayo del sistema revolucionario cubano que, dicho sea de paso, de revolucionario no tiene nada. El incapaz dirigente sigue viviendo como un rey en su trono. Es una constante.

 

Publicado originalmente en la edición 278 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Panorama Pinareño

 

0 Comentarios

Añadir comentario