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Virus Oropuche: el nuevo mal que azota al pueblo cubano

Foto de Ricardo IV Tamayo en Unsplash

Por el periodista ciudadano Tom Toledo Ventura

Jul 25, 2024 | 10:00 AM


El virus Oropouche, responsable de la enfermedad homónima, está generando gran preocupación entre la población cubana tras su rápida expansión por varias provincias del país. Inicialmente detectado en Santiago de Cuba, el virus ahora se ha confirmado en las provincias centrales y occidentales, según información proporcionada por un médico especialista del Departamento de Higiene y Epidemiología Provincial, quien solicitó anonimato.

Los síntomas de la fiebre Oropouche incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, erupciones cutáneas, náuseas y vómitos. “La fiebre Oropouche es una enfermedad que se transmite a través de vectores del género Culicidae (mosquitos) y Culicoides (jejenes).

Es muy difícil de controlar si no se aplican campañas de fumigación y control vectorial domiciliario, para eliminar esos insectos”, refirió la fuente anónima. También señaló que a pesar de que no se están realizando pruebas a grupos masivos de población, se han detectado casos positivos a la enfermedad en los municipios de Santa Clara, Sagua la Grande, Caibarién y Manicaragua.

“En todos los municipios de Villa Clara en los que nuestra institución ha realizado exámenes a personas que presentan síntomas febriles se han detectado casos positivos. En total se realizaron 185 análisis de los cuales 42 dieron positivo a la fiebre Oropouche”, explicó.

El especialista aclaró que las autoridades de Salud en el territorio sugieren mantener un seguimiento de la evolución de la enfermedad sobre todo en pacientes inmunodeprimidos y en niños, los cuales son proclives a presentar complicaciones y llegar a estadios graves de la enfermedad.

Idania Rodríguez Clavero, médico especialista en Medicina General Integral que atiende el consultorio médico 1568 del poblado Las Flores, le aseguró a nuestra redacción, que la falta de medicamentos y la precaria situación higiénico sanitaria que presentan los barrios y comunidades rurales de nuestra provincia, hacen mucho más difícil el control sobre la enfermedad.

“En la zona donde trabajo el abasto de agua por el acueducto es muy irregular llegando a extenderse en ciclos de más de tres meses, eso obliga a la población a almacenar el agua en tanques y envases improvisados que muchas veces sirven como hospederos a los mosquitos transmisores de esas enfermedades. Tampoco cuentan con medicamentos para bajar la fiebre o tratar las diarreas y vómitos que provoca durante su ciclo más agudo”, alertó.

María Echenique Valdés, residente en el reparto El Condado, le dijo al ICLEP, que el Estado debe comenzar a realizar fumigaciones con productos químicos para reducir la presencia de los insectos en los barrios y priorizar la venta de fármacos que ayuden a la población a tratar la fiebre Oropouche.

 

Publicado originalmente en la edición 122 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas

 

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