Artemisa, Cuba, (ICLEP). La oficina de trámites de Inmigración y Extranjería artemiseña no da abasto ni para atender el 30% de las solicitudes que se presentan cada jornada. En el lugar, la cola y sus frecuentes desintegraciones, los malos entendidos y la desesperación, son el pan nuestro de cada día.

La multitud diaria frente a la entidad, ubicada en la calle 1, es muestra del apremio de los artemiseños por abandonar el país, que viene de la mano con el crecimiento de la miseria en la Isla. Es común encontrar a familias enteras en trámites que le permitan romper con el esquema comunista nacional.

“Lo sabemos, todo lo que usted ve por el Noticiero de la Televisión de apoyo a la Revolución es mentira. Aquí en Artemisa la mayoría de la gente está desesperada por perderse de este infierno que es Cuba. Nada más hay que ver las peloteras que se forman aquí”, afirmó a los corresponsales la costurera Yunia Roque Betancourt, vecina de la calle Reconcentrado. Rogelio Manrique Izquierdo, jubilado que reside en el reparto La Matilde, confesó al boletín que a sus 70 años de edad está “loco por abandonar el país”.

“Quiero pasar los últimos años de mi vida lejos de este infierno. Tengo una hija viviendo en España, para allá me voy hasta en una carriola, pero aquí los empleados se dan una lija para cualquier papel”. Lusimar Bertrán Reo, jefa de departamento, negó a los comunicadores cualquier morosidad intencional en el funcionamiento de la oficina; aunque declinó hacer más comentarios.

Publicado originalmente en la edición 222 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa