Artemisa, Cuba, (ICLEP). La elaboración de alimentos a partir del empleo de la leña como combustible ha pasado a ser de opción eventual a una necesidad en Artemisa. A la falta de gas licuado para cocción se suman los extensos periodos de apagones.

Los cortes eléctricos, que inhabilitan la posibilidad de la utilización de estufas de esta naturaleza, les han dado carácter masivo a las fogatas en las esquinas de la ciudad. Ya no es cuestión de ricos y pobres; y pocos sienten pena por cocinar con leña, y en la calle.

Claudia Cañizares Puente, maestra de enseñanza primaria domiciliada en la calle Mártires, dijo a los comunicadores de El Majadero que la miseria en que el régimen tiene sumido a los cubanos está llevando a real igualdad social, pues los apagones afectan a todos.

“Ahora sí estamos comiendo tierra por igual, hasta los comunistas”, enfatizó Cañizares Puente. “Febrero fue un mes sumamente frío, era una necesidad calentar agua para bañarse y después de terminar de cocinar la comida con leña había que hacerlo. El que tiene patio lo hace allí, pero esto es una ciudad y hay que prender la fogata en la calle. La gente perdió la pena de que lo asocien con la pobreza”, declaró a este medio informativo el jubilado Leonel Pizart Lugo, vecino de la calle 44.

Yotuel Alonso Matos, empleado en el punto de venta de gas licuado, dijo a los reporteros que la situación que atraviesa el país con la disponibilidad de combustible a limitado al extremo la venta de gas.

Publicado originalmente en la edición 213 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa