La Habana, Cuba- La actriz cubana residente en Perú, Lía Camilo, denunció a través de su perfil de Facebook la censura y amenazas de las que fue víctima en su reciente viaje a La Habana para participar en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Camilo viajó a Cuba a presentar la película El Caso Monroy, donde interpreta el papel de Marlenis, una mujer recluida por narcotráfico. Durante la conferencia de prensa celebrada el 11 de diciembre en La Habana, la actriz habló, entre otros temas, sobre la libertad que conoció al emigrar a Perú, lo cual disparó las alarmas de los censores cubanos y la policía política.

Al concluir la conferencia, una periodista de una agencia oficialista nacional se le acercó y le realizó una entrevista. En la noche, esa misma reportera llamó por teléfono a la actriz y le contó que había sido requerida por su superior por entrevistarla y le comunicó que no sería publicado el trabajo.

En las capturas de pantalla compartidas por Camilo en su perfil de Facebook, el superior comenta a la periodista que el medio recibió una llamada en la noche orientando que no se publicara la entrevista. “Lo importante es que no se publique y que recuerdes, ya lo he dicho, la realidad está tan tensa y cambiante que debemos consultar a quien vamos a entrevistar. Es mejor no entrevistar que entrevistar y no publicar”, le escribió el jefe a la reportera a través de WhatsApp.

Capturas de pantalla de la conversación entre el superior y la periodista, enviadas a Lía Camilo por esta última. Fuente: Lía Camilo/Facebook

La actriz, quien desde hacía 22 años no viajaba a Cuba, también informó que recibió una llamada telefónica de un desconocido que le dijo: “Tú no me conoces, pero soy un amigo y solo quiero que estés tranquilita para que puedas volver a tu país [refiriéndose a Perú] en paz”, una amenaza que se corresponde con el proceder de la Seguridad del Estado cubana, institución militar encargada de ejecutar este tipo de acciones represivas.

Estos sucesos no fueron hecho públicos por Camila hasta después de su regreso a Perú. Confesó que los días que le quedaron en Cuba se sintió atemorizada y modificó sus planes por miedo a que le impidieran salir del país.

“Me había olvidado, 22 años son demasiado tiempo y el tiempo echa cierto romanticismo sobre los recuerdos. Pero no es romántico, ni ético, ni justo. (…) Yo sí me acobardé, lo confieso, tuve miedo de que me hicieran problemas para salir como le han hecho a otros amigos, me quedé en mi cuarto de Airbnb, no me reuní con otra amiga periodista a quien quería ver, tuve miedo de que pensaran que a pesar de sus ‘advertencias’ me estuviera reuniendo con alguien más para seguir dando entrevistas, tuve miedo de que me hicieran perder mi vuelo como le han hecho a otros cubanos como yo y tuve más miedo aún de que fueran a tomar alguna represalia con la periodista, o con las personas que estaban presentes cuando di la dichosa entrevista”, escribió en su perfil de Facebook.

Este episodio se suma a los anteriores actos de censura ocurridos en torno a la 44 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, de la cual fueron previamente excluidas las obras Llamadas desde Moscú (Luis Alejandro Yero, Cuba) y La Habana de Fito (Juan Pin Vilar, Cuba).

También recientemente, en el Festival de Teatro de La Habana, fue suspendida de manera arbitraria la última función de la obra “Antígona otra vez tengo ganas de pegarle a alguien” del grupo francés Pitouch, en la cual se mencionaban nombres de presos políticos del 11 de julio de 2021.       

En Cuba las instituciones culturales, al igual que el resto de las organizaciones y sectores de la sociedad, se encuentran bajo el control y la vigilancia del Partido Comunista y sus aparatos represivos. Los eventos internacionales que se realizan en el país tienen como principal objetivo vender al mundo una idea de libertad, pluralismo y desarrollo cultural que no existe en la práctica, de ahí que sean celosamente organizados y vigilados para evitar cualquier acción que pueda afectar dicho montaje.