La Habana, Cuba – Detenciones arbitrarias y discurso estigmatizante contra los periodistas independientes Carlos Milanés, Yunia Figueredo y Camila Acosta son algunas de las represiones del régimen cubano conta la libertad de prensa en los últimos días.

El reportero independiente Carlos Milanés quedó detenido en la tarde del pasado viernes por agentes de la policía política, tras publicarse un video en ADN Cuba donde denunció el robo de medicamentos en la farmacia Sarrá, en la Habana Vieja.

“Carlos Milanés, en La Habana, fue detenido en su casa por un operativo que se tiró por una publicación que hizo para la agencia [de noticias] sobre el tráfico de medicamento en una farmacia”, declaró en otro vídeo Julio Góngora Millo, también, activista y colaborador de ADN Cuba.

Milanés, de 53 años, es un reportero que hace periodismo ciudadano desde las calles habaneras, y en su labor periodística muestra la cotidiana de los cubanos en medio de la precaria situación económica y represión política que vive la isla.

“Carlos Milanés no está solo, es un luchador y un defensor de los derechos humanos (...) y tiene muchos hermanos que siempre están al lado de él”, expresó Góngora Millo, quien horas después confirmó al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) su liberación.

Durante el pasado 22 de marzo, el reportero Milanés fue citado por la policía política e interrogado en la unidad policial de la calle Dragones, en La Habana, según denunció en ese momento ADN Cuba.

Por otro parte, la freelance Yunia Figueredo, madre de dos hijas menores de edad, permaneció bajo vigilancia policial en su vivienda desde el lunes 10 de julio hasta el viernes 14, antes, durante y posterior a conmemorarse el segundo aniversario de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.

“¿Alguien me diga si hoy se conmemora algo? Hoy cinco días de sitio y ya la gente en mi barrio está comentando”, publicó el pasado viernes Figueredo en su perfil en Facebook.

En 2022, el ICLEP registró 49 violaciones contra la periodista por ejercer fuera de los medios del régimen cubano. De ellas, 27 restricciones en el servicio móvil e internet; 18 detenciones arbitrarias; 3 amenazas y agresiones psicológicas y una agresión física.

Otra periodista, Camila Acosta, colaboradora del medio CubaNet, sufrió un ataque a su reputación, este sábado, en televisión nacional por el presentador y vocero del régimen Humberto López, quien tergiversó una conversación telefónica con el periodista Nelson Rubio grabada el miércoles 11 para ser publicada el lunes 17, en el canal América TV, en Miami.

“No es la primera vez que me ocurre. En al menos dos ocasiones los medios oficiales cubanos han expuesto mi imagen y voz en la televisión nacional, llegándome a calificar incluso de 'terrorista'”, denunció la periodista en un escrito titulado "El ventrílocuo de Humberto López: sus mentiras", publicado en CubaNet.

En su programa "Las Razones de Cuba" transmitido este sábado en el espacio del Noticiero Estelar de Televisión, López aseguró que se trata de una conspiración política y mediática contra Cuba, previo a celebrarse la Cumbre Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), durante los días 17 y 18 de julio en Bruselas, Bélgica.

“El ventrílocuo detrás del títere Humberto López no cabe duda de que todo esto ha sido orquestado desde las oficinas de la Seguridad del Estado incluso afirma que este audio constituye una evidencia de 'violación' de normas éticas de la comunicación' e 'ilegal'. Sin embargo, son ellos los que, al exponerlo, han violado varios artículos de la Constitución y el Código Penal (CP), e incluso normas internacionales”, denunció.

Camila Acosta, durante años ha sido una de las periodistas más reprimidas dentro de Cuba, solo el pasado año el ICLEP registró 16 hechos violatorios conta la, también, corresponsal del diario español ABC.

“Han intentado hacerlo por cuatro años: me han multado, confiscado equipos de trabajo y dinero, hackeado mis redes sociales, interrogado (grabación mediante) y amenazado hasta con causar algún daño a la salud y la vida de mis abuelos; también me han secuestrado en la vía pública y desaparecido varias horas e incluso días, me han difamado desde perfiles falsos en los que incluso exponen mi vida personal o la tergiversan para causar problemas con mi pareja. Es decir, no es nuevo que empleen estos mecanismos de chantaje para silenciarnos o hacernos ceder”, denunció Acosta.

La periodista cubana está convencida de que el trabajo del periodismo independiente molesta a los que mandan en Cuba y que la mejor respuesta a los ataques del régimen es “continuar ejerciendo la profesión, reportando desde Cuba y denunciando a la dictadura”.