La Habana, 7 de junio de 2021, (ICLEP)- El reportero de ADN Cuba Héctor Luis Valdés Cocho fue arrestado el sábado por intentar entrevistar a la también periodista Iliana Hernández, quien desde el 9 de abril se encuentra en una ilegal prisión domiciliaria.

“Iba a entrevistar a Iliana para que me hablara de los 58 días que lleva sitiada... y en cuanto llegué fui interceptado por el agente de la Seguridad del estado que se encontraba allí en la esquina de la casa de Iliana”, contó Valdés Cocho, vía telefónica, a la reportera de Amanecer Habanero Mary Karla Ares.

Según la grabación a la que tuvo acceso el ICLEP, el reportero de ADN Cuba primeramente fue trasladado a la estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Cojimar y luego a la estación de la PNR ubicada en Infanta y Manglar, en La Habana.

“Cuando llegué a Infanta y Manglar, todo ese tiempo esposado, las esposas muy apretadas como siempre... me levantaron un acta de advertencia por el supuesto delito de violación de dispositivo de seguridad”, aseguró al ICLEP Valdés Cocho

El reportero señaló que no firmó el acta de advertencia, que lo amenazaron de prisión y que fue liberado alrededor de las cinco y treinta de la tarde.

Iliana Hernández, la reportera de Cibercuba a quien Valdés Cocho iba a entrevistar, permanece sitiada en su casa bajo un permanente operativo policial que no le permite salir de su vivienda sin que contra ella pese ningún delito o acusación, ni medie una orden judicial.

Además, de la ilegal prisión domiciliaria, Hernández ha sido víctima de arrestos arbitrarios cuando ha intentado salir de su hogar, ha sufrido actos de repudio organizados por el régimen y su telefonía fija y móvil es constantemente interrumpida, así como su conexión a internet; agresiones que se hacen extensivas a su familia que también se encuentra sin datos móviles.

Otro periodista que sufrió represión el sábado 5 fue el reportero de Diario de Cuba, Yoe Suárez, que fue interrogado por la Policía Política, que lo había citado el viernes mediante un agente que dijo llamarse Jonathan.

En una directa a través del muro de Facebook de la revista independiente La Hora de Cuba, el periodista narró que el interrogatorio versó sobre su asistencia a uno de los estrenos clandestinos de la película Plantados, a su encuentro con diplomáticos de un país europeo con motivo del Día Internacional de la Prensa y su participación junto a seis cristianos en una oración pública por Luis Manuel Otero Alcántara, mientras el artista hacía una huelga de hambre y sed sitiado por la Policía Política en su vivienda.

Además, el represor hizo referencia al reportaje de investigación titulado “Patrulla-Horno, una tortura cubana desapercibida” publicado por el periodista donde documenta 117 casos de torturas denunciados entre 2013 y 2021 a la que fueron sometidos periodistas independientes, activistas y opositores en patrullas policiales o vehículos durante periodos más o menos largos de tiempo, herméticamente cerrados y bajo el sol.

“Por supuesto no faltaron las amenazas, amenazas de tipo veladas y una muy directa”, aseguró Suárez quien añadió que el agente policial le recordó que tiene familia y que “la familia va a sentir las consecuencias” de su trabajo periodístico.

“Amenazó con poner un cierre en mi casa, un cierre; así lo refería, no es más ni menos que poner una patrulla frente a la casa y evitar que yo pueda salir de la casa”, agregó.

Según el periodista Jonathan lo amenazó diciéndole: “Ni tú ni tu familia podrán salir de la casa y no sé quién les llevará comida”.

También lo amenazaron con una escalada de medidas represivas en su contra y de prisión.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en abril último, otorgó medidas cautelares de protección a favor de Yoe Suárez, por considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en la isla.

Yoe Suárez y su familia en reiteradas ocasiones han sido interrogados y amenazados por la Policía Política.

En los primeros cinco meses del año el ICLEP ha documentado 551 hechos violatorios a la libertad de prensa, para superar con 113 agresiones la totalidad de las violaciones documentadas en el 2020 (438).