Cuando el pasado 20 de junio se dio a conocer que las máximas autoridades del régimen concedían a la provincia de Sancti Spíritus, la sede por el acto oficialista del 26 de julio, muchos espirituanos se han preguntado: ¿Dónde están los logros de Sancti Spíritus para obtener esa sede?

Una pregunta que para sus habitantes tiene una respuesta clara: si hay logros se ven pocos o alguien los tiene escondidos en algún lugar. Sancti Spíritus es hoy una provincia con los mismos problemas que el resto de las restantes del país, y en algunas cuestiones particulares puede tener mayores problemas.

Las insatisfacciones con las autoridades gubernamentales y las crecientes carencias que hoy tiene la población son la mejor prueba para refutar los supuestos logros que dice tener el territorio. Insuficientes niveles de producción de alimentos, muy por debajo de la demanda real de la población, una incontenible inflación que asfixia, problemas con el abasto de agua, pésimo estado de sus calles y carreteras, incremento de los delitos, sobretodo del hurto y sacrificio de ganado mayor, graves problemas con las viviendas y la poca disponibilidad de materiales de la construcción, la falta de combustible y gas, son algunos de los graves problemas que enfrentan los espirituanos en su día a día.

A esto se puede agregar la prolongada crisis del transporte, la crisis sanitaria y la falta de medicamentos, el abandono de las comunidades rurales el abandono y las pocas garantías que tienen varios grupos vulnerables dentro de la provincia, como lo son las personas de la tercera edad, cuyas expectativas y calidad de vida está en riesgo.

No se puede pretender que los espirituanos son tontos, o que no lograr asimilar y comprender lo que vive. Decir que hay logros es una ofensa al sentido común y la inteligencia de los yayaberos.

Publicado originalmente en la edición 183 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano