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El nuevo año 2024, será el año del pulpo en Cuba

Foto de Ariil Davydov en Unsplash

Por la periodista ciudadana Aniuska Paredes López

Feb 15, 2024 | 10:30 AM


El 8 de enero circulaba en medios de prensa y redes sociales la nota que apuntaba sobre el proceso judicial debido al robo millonario de semillas de cebolla, además de otras cantidades de simientes de col-repollo, en un frigorífico estatal de Sancti Spíritus; lo cual redundará en menos cebollas para plantar este año.

De esta publicación, que pudiera considerarse alarmante para aquellos ajenos a la realidad nacional, destacan dos elementos, donde lo esencial no es el robo en sí, sino la interpretación del hecho en un contexto que supone nuevas penurias para los residentes en la Isla.

Primero, el robo de bienes estatales en predios del régimen con participación de los trabajadores de las propias entidades –en el caso en cuestión hay involucrados dos guardias de seguridad del frigorífico– no es noticia en Cuba, sencillamente, es más de los mismo.

Segundo, ¿cómo se comportará este fenómeno de defalco en los centros de trabajo a raíz del paquetazo? La respuesta todos la sabemos: a más miseria más latrocinio. Hay quienes piensan que hasta las paredes de las empresas “del pueblo” tendrán que ser aseguradas para que el propio pueblo trabajador no cargue con ellas.

Está claro que uno de los efectos colaterales de las nuevas medidas será el recrudecimiento del robo en las entidades estatales; aunque no repercute igual robarse un bombillo, un interruptor eléctrico o un paquete de hojas que quintales de simientes.

Habrá menos alimentos en Cuba. Al parecer, el régimen enfrentará un problema adicional a raíz de estas medidas, un problema de profundización de descomposición de las nuevas generaciones: el incremento compulsivo del hombre nuevo por tomar lo ajeno, de robar todo aquello que pueda ser robado.

Ya esta tendencia, cargar con lo ajeno, en todo el país era alarmante. Se sabe de industrias azucareras en varias provincias, donde las autoridades se han visto en la necesidad de llenar los interiores de los locales del proceso fabril de cámaras de vigilancia.

Cubanos de los últimos tiempos, quién no sabe en este país que la inmensa mayoría de los obreros desde que se paran en la puerta de la entidad parecen ventiladores; girando la cabeza a ambos lados en busca de localizar el objeto a ser trasladado de lugar.

No obstante, amén del desfalco en el frigorífico y del esperado incremento del robo en sitios estatales a la sazón del incremento de la miseria, existe una gran enseñanza en todo esto: la gente se ha perdido en Cuba.

Robar no es un antivalor, es luchar y cuenta con el visto bueno de la familia. ¡¿Qué será de los niños que conviven con esto?! Para concluir, el hombre nuevo, dechado de virtudes, fue concebido por los ideólogos comunista para tener sólo dos manos, con eso bastaba para edificar la nueva era, pero hoy tiene ocho y es posible que mañana tenga diez.

No queda de otra, para donde apuntan las señales en la Isla después de las nuevas medidas anunciadas por el régimen, este 2024 pudiera ser nombrado como el año del pulpo en Cuba. Esto es lo que sucederá, con más brazos más se roba.

Publicado originalmente en la edición 230 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.

 

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