Camila Acosta
Apr 8, 2020 | 10:12 AM
Cuba 8 de abril de 2020 - La periodista de CubaNet Camila Acosta fue denunciada ante las autoridades sanitarias por supuestamente presentar síntomas respiratorios agudos. Como consecuencia, este martes en la noche, cuatro médicos se personaron en la vivienda donde reside, en el municipio Playa, La Habana.
“Tenían mi nombre y dos apellido e incluso mi número de celular ‒relata Acosta‒ pues me llamaron antes para que les abriera la puerta; me dijeron que habían recibido la denuncia de un vecino. Paradójicamente, nadie en el vecindario me conoce, así que mucho menos van a saber mi número de teléfono”.
Por presiones de la Seguridad del Estado, la periodista fue desalojada, en febrero último, de la vivienda que rentaba. Poco después fue acogida por la profesora y opositora Omara Ruiz Urquiola, y actualmente reside en su casa.
En medio de la cuarentena por el coronavirus, Acosta fue igualmente citada el 27 de marzo para la estación policial de 7ma y 62, en el mismo municipio habanero. Este día la multaron y decomisaron su celular por “violar” el Decreto-Ley 370, y le pusieron un acta de advertencia por supuesta “violación de domicilio”.
Acosta refiere que los médicos actuaron de manera profesional ‒y hasta inocente‒ indagando si realmente presentaba síntomas de la enfermedad o había tenido contacto con extranjeros en los últimos días. Al percatarse de que la denuncia era falsa, pidieron disculpas y se retiraron.
“Es lamentable que la Seguridad del Estado de Cuba se escude en estos médicos para acosarnos. Eran pasadas las 10 de la noche y ellos estaban todavía trabajando, tratando de salvar vidas, y la Seguridad retrayéndolos de sus funciones. Es también, de alguna manera, una burla a su sacrificio; así se los hice saber, ellos escucharon pacientemente y manifestaron su solidaridad”, declaró la periodista.
Acosta explica además que el día anterior había hablado por teléfono con su madre sobre molestias respiratorias que sentía por la alergia, una condición médica que padece desde pequeña y que resuelve en pocas horas con medicamentos prescritos por su alergista.
“Eran tres hombres y una mujer ‒expone‒ uno de ellos, según se identificaron, era el director municipal de salud y la mujer, la directora del policlínico de la localidad. La presencia de tantas personas solo es explicable porque venían dispuestos a llevarme”.
En caso de haber presentado un mínimo síntoma respiratorio, a Camila Acosta la hubieran trasladado para un centro de aislamiento en donde, declara, “hubiese sido más fácil para ellos infectarme con el coronavirus y, si me sucedía lo peor, lavarse las manos de culpabilidad. Dadas las circunstancias, esto podría considerarse una amenaza de asesinato”, culminó recordando lo sucedido a Xiomara Cruz Miranda y a Ariel Ruiz Urquiola, a quienes la policía política les inoculó enfermedades graves e incurables.
Información cortesía Cubanet