Imagen de la película "Matar a un hombre". Foto tomada del perfil en Facebook del director Orlando Mora Cabrera
Por ICLEP
Dec 17, 2024 | 8:25 AM
Nuevamente el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana se convirtió en escenario de la censura que prevalece en Cuba, esta vez la mirada restrictiva del régimen estuvo sobre el cortometraje “Matar a un hombre” del director Orlando Mora Cabrera, cuyo estreno estaba previsto durante el evento.
Según relató el propio realizador en su perfil de Facebook, en la conferencia de prensa de la 45 edición del festival el audiovisual se incluyó dentro del concurso de cortos y mediometrajes y en la cartelera de varios cines, pero su proyección fue cancelada en reiteradas ocasiones.
“El domingo 8 de diciembre a las 5:30 p.m., la primera proyección fue fallida por falta de servicio eléctrico. Los directivos del Multicine Infanta me explicaron que, aun si volviera la electricidad, habían recibido la indicación de no proyectar nuestro cortometraje -de 12 minutos de duración- para no retrasar la siguiente tanda”, explica Mora en su texto.
La segunda exhibición de la cinta estaba prevista para el lunes 9 de diciembre a las 5:30 p.m. en el cine 23 y 12, pero no se pudo realizar por el mismo motivo. “Sobre las 6:30 p.m. llegó la electricidad al barrio y se iluminaron todos los edificios de la manzana, excepto el cine 23 y 12”, aclara el director a quien varios organizadores del certamen le prometieron reprogramar ambas proyecciones.
“El martes 10 de diciembre, en horario del mediodía, recibí una llamada del programador Ángel Pérez donde me confirmaba una primera reprogramación para ese mismo día, a las 8:00 p.m. en el Cine Acapulco. Compartí la información de inmediato para que tuviera todo el alcance posible, sin embargo, menos de una hora después, la programadora Elvira Rosell hizo una segunda llamada y me expuso razones para la suspensión de esa proyección”, relata el director.
En más de una oportunidad el realizador y otros miembros del equipo de producción de la película se comunicaron con directivos del evento para plantear esta situación, pero no recibieron respuesta.
“El jueves 12 de diciembre fui personalmente al Hotel Nacional, una de las sedes del evento y me dispuse a esperar a su directora, Tania Delgado. Un par de horas más tarde, la encontré acompañada de Roberto Smith, quien funge actualmente como programador. A la pregunta ‘¿qué está pasando con mi película?’, Delgado responde: ‘Absolutamente nada. Hemos tenido dificultades con esos bloques por los apagones, pero esas películas se van a reprogramar durante el fin de semana’”, añadió el director poniendo en evidencia cómo los propios directivos evaden el explicar los motivos de la censura.
A Orlando Mora Cabrera le dijeron posteriormente que se incluiría “Matar a un hombre” en “la propuesta de programación para el fin de semana posterior a la clausura, pero dicho programa aun no estaba autorizado. El sábado 14 de diciembre, se publicó el programa correspondiente. No incluía nuestra película. Hoy, domingo 15 de diciembre a las 12:35 p.m., compartieron el programa del último día, desde los canales del festival. Tampoco incluía nuestra película”.
Luego de estos incidente Mora Cabrera reflexionó en redes sobre los motivos de la censura: “Intuyo que ‘Matar a un hombre’ ha sido censurada por razones esencialmente homofóbicas, por poner en relieve un discurso crítico sobre diferentes manifestaciones de violencia, dominación o control que se pueden ejercer sobre nuestros cuerpos. Me entristece que se convierta en otra película censurada y excluida por las autoridades políticas y culturales cubanas. Una cinta más que espera por un espacio para su estreno y circulación nacional”.
El realizador lanzó una fuerte crítica a quienes mueven los hilos detrás de dicho evento: “Quienes forman parte de este entramado perverso, no solo ejercen violencia institucional sobre las obras y sus creadores, sino también sobre el público y el propio Festival, que se vuelve indigno e inmoral, como lo son quienes mienten a los cineastas y se vuelven cómplices de la infamia. De estas consideraciones excluyo al equipo de programación del Festival, cuyo trabajo y criterio también se han visto vulnerados; si los menciono es porque han sido mis interlocutores, pero fueron también quienes intentaron programar la película hasta el último día”.
“Se ha convertido en un festival incoherente: un festival de excesos, en tiempos que claman austeridad. Un festival de encuentros deshonestos entre partes que hace mucho no miran de frente a la realidad. Un festival que censura una película de la Escuela Internacional de Cine y Televisión -no olvidemos el origen fundacional de esta prestigiosa casa de formación cinematográfica- mientras se abren las puertas al imperialismo cultural y se sirve como plato principal la superproducción de una empresa de entretenimiento estadounidense. Un festival donde se habla oportunistamente del sufrimiento del pueblo palestino cuando no son capaces de reconocer las propias contradicciones de nuestra nación”, destacó Orlando Mora Cabrera.
Episodios de censura como el vivido en esta 45 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana demuestran una vez más la intolerancia del régimen respecto a los productos creativos que de alguna manera critican la realidad de la isla. El cine, que tradicionalmente ha sido un espacio para el cuestionamiento, se ha convertido en otro de los recursos que a toda costa busca manipular la dictadura.
Cada vez más la censura se expande a otros canales de comunicación, incluso a las redes sociales. El joven creador digital Héctor Lorenzo, quien se hace llamar en redes enzo_01oficial, dijo a sus seguidores en Instagram que tuvo que eliminar varios de sus videos por las presiones a las que fue sometido.
“A lo mejor muchos se preguntan qué pasó con los videos tuve que eliminarlos porque si no me iban a meter preso más adelante haré una historia explicando qué pasó, ya este contenido no pienso hacerlo más, gracias a los que lo apoyaron”, se lee en un texto que replicó el perfil La Tijera. Por las imágenes que se ven de fondo, los videos estaban relacionados con el servicio militar.