Cuando José Jasán Nieves Cárdenas salió de Cuba pensó que lo estarían vigilando, pero no esperó ser “merecedor” en suelo estadounidense del acoso físico de la Seguridad del Estado. Si bien para muchos el exilio ha significado dejar atrás el acoso de la policía política del régimen de la isla, en el caso del editor del medio independiente El Toque las amenazas han cruzado las fronteras cubanas y lo han perseguido hasta Miami donde vive con su familia.

Nieves reveló a la revista estadounidense Columbia Journalism Review (CJR) que el pasado 21 de junio recibió un mensaje vía WhatsApp de un número desconocido acompañado por una foto y un video en las que se veía el exterior de su casa: “Hemos intentado comunicarnos contigo por todos los medios, pero nos has rechazado. Ahora tendremos que ir a buscarte personalmente, y sabemos exactamente dónde encontrarte”.

En entrevista para ICLEP a raíz de este incidente, Nieves mencionó las razones que lo llevan a sospechar que esta amenaza proviene de la Seguridad del Estado: “En los mensajes que han mandado siempre hacen mención a los nombres de los oficiales de la Seguridad del Estado que me ‘atendían’ en Cuba (Mabel y Franco), ese eufemismo que han creado para disfrazar los interrogatorios y el acoso al que someten a las personas que se vuelven sus ‘objetivos de trabajo’ en el terreno. Esa información no está pública como para que alguien se haga pasar por ellos”.

En un país de libertades como Estados Unidos, la escalada represiva de la dictadura cubana, incluso fuera de sus fronteras, constituye un llamado de alerta y así lo afirma José Jasán: “Es muy peligroso que exista evidencia de la actuación de agentes de un gobierno extranjero en terreno norteamericano y creo que como tal debe ser entendido por las agencias de seguridad de este país. Que quede impune su actuar y que sientan que aquí pueden seguir acosando a personas críticas con regímenes autoritarios como el de Cuba y otros países, no debería ser una posibilidad. Siento que existe consciencia de que es responsabilidad de los países democráticos proteger a quienes defienden la democracia en todos los espacios de este planeta”.

Además de hacer pública estas amenazas, el editor de El Toque presentó una denuncia ante el Buró Federal de Investigaciones (FBI) a principios de julio, pero el servicio de seguridad y de inteligencia nacional de Estados Unidos “no puede confirmar ni negar ningún contacto en particular ni la posible existencia de una investigación”, refiere la publicación de CJR.

No obstante, ante la interrogante de si es seguro continuar haciendo periodismo independiente fuera de Cuba, José Jasán responde a ICLEP: “Yo creo que sí. A mí me hacen esta amenaza, como antes se la han hecho a otros colegas cubanos (pienso en Ernesto Morales, el periodista que denunció la exposición de fotos de su vivienda y su familia por canales de YouTube asociados a la Seguridad del Estado, y también en mi colega Abraham Jiménez Enoa que en 2023 denunció acoso en plena calle en España) pero, de momento, no han pasado a una acción mayor. No se puede tomar a la ligera, pero tampoco les voy a regalar la victoria de callarme. Y creo que es seguro, mucho más seguro, ejercer periodismo fuera de Cuba que allí dentro”.

El Toque se ha convertido en un referente dentro del periodismo independiente, sobre todo en lo relacionado con temas económicos, más ahora cuando día a día expone el cambio vigente de divisas en el mercado negro en Cuba poniendo en evidencia las maquinaciones infructuosas de un gobierno que es incapaz de sacar al país de la crisis permanente en la se encuentra, pero el editor de este medio tiene muy claro que el papel de la prensa independiente debe ir más allá de mostrar y documentar la verdadera realidad de Cuba.

“Reflejando las complejidades de nuestra realidad y dando voces a muchas voces, la prensa independiente cubana puede y debe ser una herramienta de democratización, de educación en la solución por vías democráticas de las diferencias y en el entrenamiento en valores democráticos de las personas cubanas, que hemos estado más de 60 años expuestos a la intolerancia autoritaria del castrismo y muchas veces lo terminamos repitiendo incluso estando en las antípodas ideológicas. Creo que hay mucho por hacer ahí, que va más allá de seguir tratando de contar las noticias que los que tienen el poder preferirían que siguieran ocultas”, asegura José Jasán Nieves Cárdenas.

Denunciar y hacer públicas las amenazas de las que son objeto periodistas, activistas, opositores y ciudadanos críticos, dentro y fuera de la isla, es una manera también de decir NO a ese régimen que intenta doblegar y silencias las voces en su contra. Cada vez se vuelve más imperioso que la comunidad internacional y los gobiernos de países democráticos conozcan el alcance que puede llegar a tener la dictadura y el peligro real que representa.