Foto de Paco Wong en Unsplash
Por el periodista ciudadano Lidier Pérez
Jul 11, 2024 | 10:10 AM
Sancti Spíritus, Cuba, (ICLEP). La falta de empleos y la creciente inflación que se vive en la provincia, obliga a los jóvenes espirituanos a buscar desesperadamente cualquier tipo de oficio que les permita obtener el dinero necesario para costear sus necesidades.
Desde que se iniciara la reducción de plazas en el sector estatal y posteriormente el cierre de la mayoría de las empresas del territorio, como parte del llamado reordenamiento económico, el número de personas, entre ellas muchos jóvenes, que han quedado sin empleo es significativo, lo que ha provocado pocas opciones de empleo para quienes desean trabajar.
Según estadísticas reveladas por la Oficina Nacional de Estadísticas en el 2022, en la provincia hay 70 200 personas sin empleo, de ellas más del 50% son jóvenes. "Llevo casi dos meses buscando trabajo, y no aparece, pues las pocas empresas que están andando ya no contratan a nadie, pues no tienen con qué pagarle. No sé qué hacer pues tengo mujer y un niño que mantener", confesó Daniel Corrales Viamontes, joven residente en Kilo 12.
En confesiones al medio, Martha Beatriz Zuñiga Sánchez, trabajadora de la Dirección Municipal de Trabajo, aseguró que las empresas del territorio hoy no están ofertando plazas nuevas, al contrario continúan reduciendo el personal que tienen debido a las pocas producciones que realizan y el escaso fondo de salarios.
Esta carencia de empleos reduce el mercado laboral y las opciones de empleos, lo que lleva a muchos jóvenes a intentar contratarse en las Mipymes, lugar donde pagan altos salarios, aunque las jornadas de trabajo excedan a veces las doce horas de trabajo.
"En las Mipymes es uno de los pocos lugares donde hoy se puede hallar un empleo, es verdad que se trabaja mucho, pero al menos pagan bien. El problema es entrar, pues son muchos los jóvenes que están apuntados en listas a la espera para entrar", comentó Luis Alberto Espinosa Guerra. Para quienes no logran un empleo, solo les quedan los oficios informales y temporales, como el de vendedores callejeros de pan u otros productos y alimentos.
Publicado originalmente en la edición 183 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano