Foto tomada de Roy Leyra | CN360
Por el periodista ciudadano Leinier Álvarez García
Nov 1, 2024 | 10:00 AM
Recientemente, una etiqueta que describe el descalabro de la tenencia de electricidad en los hogares cubanos ronda y se replica desde varias agencias internacionales de prensa como la gran cosa, algo así como si el asunto se tratara de un día. Pero, qué opina al respecto la gente que vive en la más roja de las islas caribeñas. Antes, pongamos en contexto el tema a tratar. La etiqueta giratoria, “sábado negro”, hacía referencia al déficit de capacidad de generación que tuvo lugar el pasado 5 de octubre.
En la jornada la afectación llegó a 1500 MW, más del 40 % del consumo de la Isla. Un país apagado. El caos anterior obligó a las autoridades a reconocer que los apagones sobrepasaron los pronósticos para ese día de la estatal Unión Eléctrica (UNE); predicciones en las cuales nadie cree por la tendencia diaria de estos presagios oscuros, “con mucha sed”, a ir por más. Para agregar, los nefastos datos corrieron a cargo del medio oficialista Cubadebate, por lo que no es chisme ni asunto difamatorio del imperio; donde el régimen apunta que le han tejido una Cuba virtual, alejada de la realidad.
Desde que el sábado quiso amanecer, de 6:00 a 8:00 de la mañana, primera hora pico de consumo, comenzaron los traspiés. Primero, la salida imprevista de la planta de Santa Cruz del Norte 1. Segundo, fuera de combate la planta energás Boca de Jaruco tras un evento climatológico que impactó la costa norte de la provincia Mayabeque. Y para rematar, amén a la caterva de otros tantos bloques de generación a lo largo de todo el país sin funcionar, en avería (5) y mantenimiento planificado (2), hubo que agregar las limitaciones de carga en la unidad 3 de la termoeléctrica de Cienfuegos a 70 MW.
Esto es, limitar la generación de 100 a 70 MW. Pero, también, y con esto cerramos, la central flotante turca emplazada en La Habana se quedó sin combustible. Es como si el asunto diera picazón. Ya ubicados en contexto, como vemos, el escenario de generación eléctrica en Cuba es de conflicto bélico, de tierra o termoeléctricas arrasadas. No obstante, y es a donde vamos, esto no es cosa de un día, aunque haya sucedido en un día. Se trata de los 365 días del año y desde hace varios años.
Por tanto, el asombro y circulación planetaria de la etiqueta “sábado negro”, como el gran asunto de un día, o del Día D de la segunda guerra mundial, es cosa de otros, de alejados, que viven la tierra nuestra desde titulares; y según los que saben de mundos, a la tierra hay que vivirla por dentro, con el fango en las rodillas. A lo que ahora diremos, se reduce esta altisonante etiqueta que dio la vuelta al planeta: las personas que aún viven en la Isla están más que convencidos que la luz de Cuba no es cuestión de un día, es asunto de un país oscuro desde hace más de 65 años.
Publicado originalmente en la edición 226 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa