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Por el periodista ciudadano Lidier Pérez
Jan 10, 2024 | 11:31 AM
Las promesas del designado presidente cubano Miguel Díaz-Canel sobre un 2023 como un año mejor, parecen haberse ido por el inodoro. La realidad de la isla hoy es considerada por muchos como desbastadora. Según refiere el economista cubano Carmelo Mesa –Lago: "Cuba se enfrenta a la peor crisis económica desde el Periodo Especial". Crisis que se manifiesta de forma total en cada una de las diferentes esferas del poder político y económico.
El cierre del 2023 muestra a un país con una gran inestabilidad económica, con un bajo crecimiento económico en el sector industrial, el que se refleja en un prolongado desabastecimiento de alimentos, medicinas, la falta de combustible, y una agresiva inflación que desvaloriza por días a la moneda nacional.
El efecto de esta crisis, propia de las políticas de ajuste económico, ha recaído una vez más sobre una población carente y abandonada a su suerte, que depende de la limosna oficial expresada en una libreta de abastecimiento, cuyos productos disminuyen mes tras mes.
Otro de los graves problemas que afectan con fuerza la débil economía de la isla lo constituye la producción azucarera. La pasada zafra fue una de las más bajas de la historia, no superó las 350 mil toneladas y no cubrió ni siquiera la mitad de las necesidades del país. El déficit fiscal sigue siendo alto. Los ingresos no se incrementan lo necesario para los gastos que tiene el presupuesto del estado. Las arcas del estado no logran cubrir las necesidades básicas de la población, y en particular de los grupos vulnerables de la sociedad cubana.
De igual manera la agricultura, fuente principal de alimentos, solamente ha recibido este año, según estudios realizados por economistas del patio, solo el 40 por ciento del combustible, el 4 por ciento de los fertilizantes y el 20 por ciento del alimento animal que necesita.
Producciones claves del país, entre las que destacan la producción de carne y huevo han colapsado. La producción de huevo ha disminuido de 5 millones diarios en 2020 a 2,2 millones en 2023, según refiere la especialista n economía Rosa Muñoz Lima en su artículo Cuba y sus múltiples crisis, y la situación del programa porcino en el país, un gran consumidor de carne de cerdo es desalentadora, pues la tendencia es a una disminución progresiva. Estas carencias han agudizado a niveles extremos la crisis alimentaria que se vive y que promete continuar en el 2024.
Publicado originalmente en la edición 171 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano