Yanet Rodríguez, madre del joven de 27 años Inoel Rodríguez Rodríguez, denunció la muerte de su hijo el pasado 13 de agosto tras recibir una golpiza a manos de siete guardias en la cárcel de Ariza en Cienfuegos. Aunque las autoridades de la prisión le dijeron a la madre que su hijo se había ahorcado, al verlo en el ataúd pudo comprobar que este presentaba notables signos de agresiones físicas en brazos, piernas, cabeza e incluso el rostro.

Inoel Rodríguez, padre de un niño de seis años, había cumplido en la cárcel de Ariza casi dos años de una condena de 30, pese a estar diagnosticado con esquizofrenia. Según el relato de Yanet Rodríguez a ADN Cuba, su hijo, que se encontraba descompensado, tuvo una discusión con otro recluso el 5 de agosto, los funcionarios de la prisión intervinieron y el segundo jefe de la cárcel, mayor Maykel Medina Terry, ordenó que lo golpearan y lo llevaran a una celda de castigo.

“Me lo cogieron, le dieron con un bastón por la cabeza, me lo tiraron al piso, le dieron patadas por los ojos y acabaron con él. Es un dolor que tengo tan grande, que mi hijo está muerto por culpa de Maykel, los siete guardias y la doctora que no me lo atendió. Después de la golpiza lo metieron para una celda”, dijo Yanet a ese medio.

El exprisionero político y activista Carlos Ernesto González, conocido como Ktivo Disidente, quien reside actualmente en Miami, pero estuvo preso durante dos años en Ariza y fue una de las víctimas de mayor Maykel y conoció a Inoel en la cárcel, declaró que supo a través de los testimonios de presos con los que mantiene comunicación que el ensañamiento de los guardias ocurrió porque cuando intervinieron para poner fin a la pelea Inoel gritó consignas anticastristas como “Patria y Vida” y “abajo Raúl”. Ktivo Disidente aseguró que el joven primero fue golpeado y después llevado a una celda de castigo donde fue ahorcado por uno de los carceleros.

Tras la golpiza, uno de los presos se comunicó con la familia de Inoel y aunque acudieron al penal no les permitieron verlo; Medina Terry dijo a la familia que el joven solo tenía "una heridita en la cabeza": "Mintiendo descaradamente. Y me dijo que iba 10 días para celda. A Inoel nunca lo pudimos ver. Tenía visita el día 8 de agosto y no la dieron. Ellos cuando dan golpizas tan grandes, no dan visita, no dejan que los familiares los vean", añadió Yanet.

La familia también se dirigió a la Fiscalía de Cienfuegos para denunciar el caso y allí una funcionaria les dijo: "Preocúpense más por la sanción que tiene él, y no por los golpes que le hayan dado". La abogada de Inpel fue la única que pudo verlo el 8 de agosto en la enfermería de la prisión, y confirmó que estaba muy golpeado, y aunque se lo comunicó a la fiscal, que ordenó a Fiscalía Militar que le tomaran declaración, nunca llegó a suceder.

El 13 de agosto el primer jefe de la prisión llamó a la hermana Inoel para comunicarle que este se había ahorcado, pero su familia no cree en esta versión de los hechos y están convencidos que su muerte estuvo relacionada con la golpiza que recibió.

A tres meses de su muerte, la familia de Inoel no ha tenido acceso a la autopsia del joven ni le han entregado documento alguno relacionado con su deceso, tampoco han recibido una respuesta por parte de la fiscalía que pese a tener pruebas suficientes para acusar a los siete guardias no han hecho nada.

Desde 2023 hasta la fecha, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas ha registrado la muerte bajo custodia de otros tres reclusos en la cárcel de Ariza, un número que podría ser mayo si se tuviera acceso a las prisiones en Cuba.