Villa Clara, Cuba - El avanzado deterioro que enfrenta el fondo habitacional en la ciudad se ha agravado durante los últimos meses al verse paralizadas la mayoría de las obras que se realizan por esfuerzo propio y las que se hacen con la ayuda de subsidios, debido a la inexistente venta de materiales en los establecimientos estatales creados para esos fines.

Desde hace más de un año la población que se dirige a estos patios en busca de recursos materiales sufre la indiferencia absoluta o la información de que están en falta o regulados solo para subsidios y obras sociales.

A la carencia absoluta de acero, cemento, áridos y lozas para enchape, se suman las trabas administrativas en los patios de materiales de la construcción de la cabecera provincial, lo que sigue siendo un problema pendiente que causa grandes molestias dentro de la población.

“Pese a que se ha anunciado a la opinión pública que las fábricas de cemento de Sancti Espíritus y Cienfuegos están produciendo, la realidad que se observa por nosotros los simples cubanos es muy diferente. Solo puedes conseguir lo que necesitas en revolico o en cualquier sitio de compraventa en internet”, comentó Julián Lara, vecino de la calle Buen Viaje.

El señor agrega que un saco de cemento puede costar hasta mil doscientos pesos y un metro de cabilla cincuenta.

“Así no hay quien repare o construya una casa. Solo los dirigentes o los ladrones que es lo mismo pueden conseguir los materiales que necesitan”, advirtió.

En el patio de materiales ubicado en la Circunvalación muy cerca del Lácteo, el escenario se hace más difícil debido a la gran corrupción que existe según opinan algunas personas que han acudido a ese lugar.

‟Nadie te sabe dar una información confiable sobre cuando entran los materiales, te pelotean y hasta te piden dinero a la cara para resolverte o avisarte a tiempo”, señaló Tomas López, trabajador del ferrocarril.

El señor advirtió que la policía y los dirigentes del poder popular en la zona conocen de la situación y no hacen nada por impedirlo.

“Lo más seguro es que reciban algo de dinero por no hacer nada”, lamentó.

Publicado originalmente en la edición 60 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Páginas Villareñas.