LA Habana, Cuba - El Observatorio Cubano de Derechos Humanos documentó más de 5499 acciones represivas en Cuba en el año que recién concluyó, por lo que aseguró que la situación de los derechos humanos en la isla “continúa siendo de extrema gravedad”.

Además, afirmó que “empeora en la medida que se profundiza la crisis general del régimen cubano y la falta de voluntad política de las autoridades para realizar los cambios que el país necesita”.

La organización reveló en su Informe Anual que se consolidó la represión más allá de la oposición y sociedad civil, la cual ha aumentado en sectores de la población no vinculados a la oposición política.

“Esta tendencia se manifestó visiblemente en la represión desatada contra los manifestantes del 11 y 12 de julio de 2021, y en 2022 contra manifestaciones en varias zonas del país”, expresó el organismo con sede en Madrid.

Asimismo, el OCDH registró encarcelamientos o exilios forzosos de activistas, opositores y periodistas independientes, contabilizando al menos 53 salidas hacia el exterior, debido a las amenazas de cárcel que pesaban sobre todos ellos.

“Se mantuvieron presos destacados activistas políticos y miembros de la sociedad civil y, los que no estaban en prisión, sufrieron citaciones policiales, amenazas y retenciones en sus casas, de manera constante, con el fin de que desistieran de sus labores como activistas o periodistas, o que se fueran del país”, aseguró la ONG.

De igual forma, el informe recoge al menos 1447 retenciones de activistas, opositores o familiares de presos en sus viviendas, para impedir el ejercicio de sus actividades y derechos; así como al menos 1354 detenciones arbitrarias.

La organización también registró 697 acciones represivas (amenazas, vigilancia, citaciones y restricciones de datos móviles y de líneas telefónicas) contra periodistas independientes.

“Es difícil encontrar un ámbito del ejercicio de los derechos que escape a la crisis. La represión se mantiene en niveles preocupantes, dotándose el Estado de nuevos mecanismos legales para impedir o castigar cualquier expresión de descontento ciudadano”, expresa el documento.

Con respecto a los encarcelamientos, el informe expresa que Cuba terminó el 2022 con al menos 976 presos políticos o de conciencia, la mayoría relacionados con las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021 y protestas posteriores.

Sobre esto, reconoció que “el gobierno cubano continúa sin dar acceso a organismos internacionales para que verifiquen el estado del sistema carcelario, integrado por al menos 293 centros, con la población penitenciaria per cápita más alta de América Latina, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”.

Finalmente, el OCDH pidió “que en cualquier agenda de diálogo bilateral con las autoridades cubanas se exija la eliminación del nuevo Código Penal, la criminalización del ejercicio de los derechos humanos y de la pena de muerte” y exhortó a “sancionar o continuar sancionando, individualmente, a los violadores de derechos humanos, bajo los principios de las leyes Magnitsky”.

Por su lado, en el barómetro del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa se puede apreciar el registro de 508 violaciones contra los comunicadores en la isla durante el 2022, de las cuales 208 fueron detenciones arbitrarias, 101 amenazas y agresiones psicológicas, 39 abusos del poder estatal, 149 restricciones en el espacio digital, 8 agresiones físicas y 3 comunicadores que continúan en prisión desde el 2021.