Foto tomada de Flickr
Por el periodista ciudadano William Gutiérrez Milian
Feb 14, 2024 | 10:00 AM
La Habana, Cuba, (ICLEP). El parque El Curita se ha convertido gradualmente en zona de descomposición social. En el sitio se reúnen alcohólicos y personas afines para vender útiles que le permitan continuar las juergas, alterar el orden y molestar a los vecinos.
Este antiguo y popular lugar de esparcimiento y juegos infantiles, situado en la calle Águila entre Reina y Dragones, en La Habana Vieja, hoy es la meca de palabras obscenas y, en ocasiones, de riñas escandalosas. Los vecinos alegan que las autoridades se mantienen de brazos cruzados.
El albañil Ciro Bruzón Romero, residente en Santiago de las Vegas, en el municipio Rancho Boyeros, expresó al boletín: “Primero, mis niños ya no pueden jugar en el parque. Segundo, dice la gente que vive allí que a veces se está tranquilo en la casa y de momento estalla un escándalo que parece que se está acabando el mundo”.
El estudiante universitario Yaisel Moreno Ruíz, domiciliado en la calle 31 del municipio Playa, opinó a este medio informativo que de la noche a la mañana El Curita se ha llenado de borrachos escandalosos y “gente problemática de verdad”.
De acuerdo con Yasmín Acosta Suárez, funcionaria de la oficina de Asistencia Social del Gobierno de Centro Habana, con esas personas se comenzará a trabajar muy pronto. “Hace unas semanas, creo que dos, se puso un reportaje en el Noticiero de Televisión sobre el problema del parque El Curita. Eso es una muestra de que nos estamos ocupando del asunto”, terminó diciendo Acosta Suárez.
Publicado originalmente en la edición 230 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.