Carlos Michael Morales Rodríguez. Foto tomada de su perfil en Facebook
Por ICLEP
Oct 28, 2024 | 9:10 AM
El periodista independiente Carlos Michael Morales Rodríguez recibió un “ultimátum” del Tribunal Municipal de Caibarién, comienza a trabajar para el Estado, o lo enviarán a la cárcel a cumplir los cinco meses que restan de su sanción de prisión domiciliaria.
Morales Rodríguez fue citado por esta instancia judicial el 16 de octubre y al acudir se encontraba Sandro Rodríguez, presidente de dicho tribunal y el cardiólogo que el pasado septiembre le diagnosticó un padecimiento cardíaco que surgió a causa de su última huelga de hambre.
En redes sociales el periodista denunció que el médico "emitió un discurso que nada tenía que ver con el problema médico y al final dijo que mi problema cardíaco no es limitante para que yo me incorpore a trabajar con el Estado. Fue bastante desagradable la comparecencia de este señor que reitero emitió un discurso que no tenía que ver nada con la parte médica".
En un audio que compartió el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Carlos Michael detalló que el médico parecía más un fiscal y hasta cuestionó al tribunal por qué había sido tan benévolo en su caso y no le había revocado la sanción.
"Ahí también se habló de la situación de empleo mío. En primer lugar, insistieron que debo trabajar de forma obligatoria con el Estado y no aceptaron una oferta de trabajo que me había hecho la primera Iglesia Bautista de Caibarién donde yo estaba laborando allí de mantenimiento en diferentes áreas. El pastor de esa entidad cristiana presentó un documento pidiéndole que aceptaran ese trabajo que yo estaba realizando en su institución religiosa y que valiera para poder cumplir mi sanción de 8 meses de privación de libertad, subsidiada por trabajo correccional sin internamiento", añadió Morales Rodríguez.
Pese a contar con una oferta laboral, "Sandro Rodríguez rechazó de forma categórica el que yo pudiera laborar en esta entidad cristiana". "Se me ofrecieron una serie de trabajos con el Estado, los cuales rechacé (…) Se me dio un ultimátum para el día 18 de octubre, dos días después, para presentarme en el tribunal con un contrato con una empresa estatal, lo cual no hice. Por tanto, como esto se hizo en forma de ultimátum en cualquier momento puedo ser arrestado en mi vivienda o en la vía pública y luego ser conducido a una unidad policial y de allí a una prisión de máximo rigor”, asegura el periodista.
El ensañamiento del regímen cubano no es solo contra periodistas, sino contra cualquier ciudadano crítico que a través de las redes sociales denuncie la precaria situación existente en la isla.
El activista por los derechos humanos Boris Agustín Osorio Ramos denunció en su perfil en Facebook que el pasado 19 de octubre fue detenido arbitrariamente, únicamente por salir fuera de su casa a coger aire en medio de un apagón: "El sábado en la madrugada a la 1:45 a.m. habían dos patrullas en dicha unidad más siete uniformados y dos civiles, no había corriente en el barrio, salgo de mi casa y una de las patrullas se dirige a mí y me dicen que no puedo estar fuera de la calle y le digo que hay muchos mosquitos y calor y salí a coger un poco de aire ya que me sentía mal, sin más me montan en la patrulla y me conducen a la unidad de Dragones, ya estas patrullas habían estado en la entrada del pasillo según los vecinos".
"En la unidad de Dragones me rechazan y de ahí de la patrulla me pasan para otro carro pero civil, les pregunto a dónde se dirigen que yo me siento mal, e incluso tengo un ultrasonido para el martes o jueves cuando arreglen el equipo, ninguno me respondió y arrancaron el caro y con la misma cogieron la carretera central, conclusión me dejaron en el entronque del municipio de Candelaria yo, verdaderamente mi salud está en el piso, mi hija sola en la casa de 19 añitos, me llevaron en shorts y un abrigo y así mismo tuve que virar con tremendo aguacero y viento hasta que un camionero se apiadó de mí y me trajo hasta La Habana, a dos cuadras de mi casa, llegué el domingo a las 1:47 p.m.", relató el activista.
El arresto contra Boris no fue más que una represalia por sus constantes publicaciones y denuncias en redes sociales y así se lo hicieron saber los represores: "Lo único que me dijeron cuando me dejaron ahí fue, 'ahí tienes por desobediencia, ustedes no son guapos, no incitan en las redes para la delincuencia', yo verdaderamente no tenía deseos de hablar, nunca entendí el motivo".
En medio de la crisis energética de la que no escapa el país, se han desatado protestas populares en varias localidades ante los interminables apagones. La represión del régimen se ha hecho presente y ni siquiera en las cárceles permiten que los presos políticos conozcan que el pueblo está en la calle exigiendo condiciones de vida dignas.
A raíz del apagón general, al preso político Armando Guerra Pérez le fue negado su derecho a las llamadas telefónicas en la última semana, al menos las tres llamadas que le correspondían, denunció en su cuenta oficial en X el periodista Carlos Michael Morales.