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Por el periodista ciudadano Yadier Hernández
Jun 27, 2023 | 8:00 AM
Artemisa, Cuba, (ICLEP). La explosión del número de criaderos de mosquitos a consecuencia de las primeras precipitaciones de este verano, larvarios que pueden observarse a simple vista en el basurero próximo a la calle Mazó, ha puesto en alerta al vecindario aledaño no sólo por el mal en progreso, sino por el exceso de pasividad de las autoridades sanitarias del territorio.
Las alarmas del barrio se activaron cuando a inicio de semana fueron diagnosticados cinco vecinos contagiados con dengue, todos residentes en la primera mitad de la calle 58 y Mazó, la más próxima al basural en cuestión, sin que se haya portado por la zona algún funcionario del departamento municipal de Higiene y Epidemiología.
Dagoberto Puentes Garrido, vecino de la calle Mazó, comentó a Majadero de Artemisa que las explicaciones que han llegado a oídos de los vecinos, provenientes de Liset Capdevila Ríos, médica de la familia, apuntan a la escasez de petróleo para proceder con las labores habituales de fumigación.
“En el portal de mi casa al atardecer, cuando está entre dos luces, no se puede estar en el portal: los nubarrones prietos de mosquitos te levantan en peso. Dentro de la casa es un sufrimiento igual. Bueno, mi nieta de cuatro años cogió dengue”, declaró a este medio la ama de casa Gladis Álvarez Consuegra, también moradora de Mazó.
Capdevila Ríos, la doctora en funciones en el consultorio, dijo a los reporteros que junto al basurero también está ubicada una parada de autobús, por lo que según el criterio de la facultativa, “no se descarta la infestación de personas ajenas al vecindario”.
Publicado originalmente en la edición 194 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa