Foto: Nate Cohen de Pexels
Por el periodista ciudadano Daniel Camejo
Apr 18, 2023 | 10:30 AM
Con el recrudecimiento de la crisis de la transportación en el país, acentuada en la capital cubana, han salido a la luz verdades que no por brotar en estos momentos han sido ampliamente conocidas. Nos referimos a los verdaderos dueños de los autos estatales: ¿los choferes o el régimen?
El pasado 11 de febrero el Noticiero de la Televisión (NTV) hizo público uno de los “sapos” que hoy acosa a la junta militar: los puntos de “amarillos”. En las preguntas del reportero Lázaro Manuel Alonso al público presente en varios sitios de recogida, la gente habló sin tapujos cuando apuntaron con todas sus letras que los choferes de carros del gobierno no paran en dichos sitios porque se consideran los dueños de los vehículos.
Sí, ante el reclamo del pueblo a los choferes de autos oficiales estos aseguran ser los verdaderos dueños, pues ellos le compran al vehículo todas las piezas en el mercado negro para mantenerlos funcionando; pues supuestamente el régimen no tiene recursos para esto.
Si no lo hacen, se paraliza el parque automotor de la mayoría de las empresas, organismos centrales del estado y hasta del mismísimo Comité Central del Partido Comunista. Lo paradójico del asunto es que las piezas que se ofertan en el mercado informal provienen, a su vez, del mismo régimen: alguien se las roba de otro lugar cualquiera, ajeno al sitio donde está asignado el auto que precisa del repuesto. Pero, ¿dónde se complica el asunto?
El NTV se lanzó a realizar un trabajo periodístico en la vía pública para el cual no estaba preparado: las críticas a raja tabla de la población. “Ustedes no son dueños de nada, los autos son de los choferes”, coincidían las opiniones. Los cubanos le estaban diciendo en público al país y al planeta sobre la pérdida de poder de la junta militar con respecto a los recursos sagrados del estado.
Algo nunca antes visto, esa es la lectura de trasfondo. El hecho de que los choferes de los carros estatales se opongan a dar botella (aventón) a cubanos de a pie, que sufren largas horas en las paradas los desmanes de la crisis del transporte urbano, significa que están violando abiertamente una disposición de la cúpula militar que rige el país.
Estas personas, los conductores estatales, hablan con una seguridad, a consecuencia del dinero invertido en los autos, que todo hace indicar que de verdad están dispuestos a pararlos. Hay dos salidas a la crisis: comprar autos nuevos que aplace unos años la necesidad de repuesto; la otra, imaginemos a la gente del Comité Central moviéndose por toda la ciudad en coches tirados por caballos.
Nada, que donde quiera le sale un sapo a esta gente: parece que cada vez mandan menos. Solo que el pueblo continuará esperando largas horas en los puntos de recogida de los “amarillos”, debido a que los choferes son los verdaderos dueños de los carros estatales.
Publicado originalmente en la edición 189 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa.