La Habana, Cuba – Copan las aguas fétidas provenientes de fosa abandonada por el régimen vías de acceso al edificio LH en el reparto Alamar, siendo preciso caminar encima de excrementos para llegar al inmueble.

El vertimiento de la fosa no solo ha empeorado la calidad del aire a respirar en la zona 11 del reparto Alamar donde se ubica el edificio LH, sino que materia fecal arrastrada por los zapatos ha hecho de escaleras y demás sitios aledaños áreas desagradables para la condición humana.

“El lunes pasado una anciana, creo que Consuelo, la de la segunda planta, se cayó en la asquerosidad esa. Las personas hablaron por su boca flores”, palabras de la ama de casa residente en el edificio LH Mariela Sánchez.

Germán Pérez, jefe de área del departamento Aguas Negras, perteneciente a la empresa Aguas de La Habana, dijo a este medio que diariamente la enorme cantidad de averías que hay que atender no permite llegar en tiempo al 30% de ellas.

“Las redes están colapsadas”, agregó.

En menor medida los derrames de esta fosa afectan a la bodega, la panadería y la farmacia del reparto.

Publicado originalmente en la edición 186 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, Amanecer Habanero.