Tomada de Canva
Por la periodista ciudadana Laritza Contreras
Apr 22, 2023 | 10:49 AM
Marcel Pagnol, escritor y cineasta francés expresó : "Trampeando y mintiendo vamos viviendo, mintiendo y trampeando vamos pasando". Asi anda el régimen cubano, tanto en su política interna como exterior.
El reciente fallo, del Tribunal Supremo de Londres, el pasado sábado 4 de abril, en relación a la demanda puesta por el fondo CRF I Limited contra el gobierno de la isla, ha puesto eufórico a la dictadura.
Tras la decisión de la Jueza Sara Cockerril, de la alta corte inglesa, expresando que esta corte no tenía jurisdicción para escuchar el caso contra Cuba, los portavoces del régimen han realzado una campaña triunfalista alegando una supuesta victoria.
En un montaje que pretendió dar una imagen distinta a lo que el veredicto representa, el portavoz oficialista, Humberto López expresaba, que "Cuba no tiene nada que esconder". Una mentira más.
El fallo de la corte británica esconde una realidad: aparentemente el régimen salvo su imagen y participación en la deuda contraída, pero tras la decisión judicial , hay una realidad que se trata de esconder al pueblo y requiere análisis, para evitar caer en las trampas demagógicas y manipuladoras de gobierno de la isla.
No hay tal victoria, ni ha concluido el proceso. El juicio continúa contra el Banco Nacional de Cuba, entidad que hasta 1997 era el Banco Central de Cuba, con quien se negoció la deuda.
Esta entidad implicada, pese a la supuesta responsabilidad y culpabilidad de un funcionario, quien "actuó a espaldas del gobierno", será demandada por el acreedor. Esto preocupa a la Habana, pues al final, aunque el nombre halla sido cambiado, es una entidad financiera del régimen y no puede hacer nada sin contar con este.
En palabras muy clara, el chivo expiatorio no servirá de mucho esta vez. La deuda contraída, 78 millones de dólares es real. Fue otorgada por bancos europeos, solo que el régimen la negoció solo con el Club de Paris y no con el de Londres, principales acreedores.
Esta demanda siembra precedentes en el mundo financiero, con relación a Cuba, y es que cualquier de los acreedores, a los que se le deben millones, puede sentar a la dictadura en la corte y demandarla por impagos.
El discurso triunfalista de estos días , es solo una estrategia mas de manipulación para hacer sentir culpable a la victima y excomulgar de responsabilidad al verdadero culpable. Quien pide debe pagar, así de sencillo.
Publicado originalmente en la edición 154 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Espirituano