Artemisa, Cuba, (ICLEP). La inestabilidad en el suministro del pan de la canasta básica a las bodegas del territorio a causa de la andanada de apagones, que no tienen fijado ni hora ni lugar, mantiene en jaque perpetuo a las familias artemiseñas. Estar pendientes durante todo el día en función del pan es la norma y no la excepción de la regla, que resta energía a otras actividades cotidianas. “Se vive pare eso”, dijo a El Majadero la madre de tres niños pequeños Dunia Rosario Vega, vecina de la calle Reconcentrado.

Un ejemplo de esta situación generadora de ansiedad extrema se verifica cada jornada en la bodega La Favorita. Ayer, el pan fue suministrado a dicha tienda, ubicada en la calle 33 esquina a 44, pasada las 6:30 P.M.; y según habían comunicado los mismos bodegueros el alimento se esperaba con los primeros rayos del sol.

“No hay respiro con la llegada del pan y los muchachos en la casa. Es el día entero de la casa a la bodega. Si no te enteras lo puedes perder”, declaró a los corresponsales Rosa Montiel Fonseca, residente en el reparto Centro, y madre de dos niños.

De acuerdo con Ariel Martínez Lazo, uno de los bodegueros de La Favorita, no solo “el arribo del pan es una caja de sorpresas”, sino que muchas veces tandas de harina medio elaboradas se pierden en las panaderías por cortes eléctricos repentinos.

Publicado originalmente en la edición 220 del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa